El Servicio de Administración Tributaria (SAT) tiene todo para superar la meta agresiva de recaudación de 3.5 billones de pesos este año, afirma el director general de CPA Visión, Rafael Lores.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el fiscalista de la firma proveedora de soluciones, dice que hay muchos elementos para anticipar que se tendrán más ingresos a los esperados.
Se podrán dar golpes más certeros y quirúrgicos con medidas que no son populares, pero necesarias por el impacto social a tener.
Y más si se toma en cuenta que a la tarea del SAT se le suma lo que está haciendo por su parte la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
“Yo no dudaría que la meta de recaudación aprobada en la Ley de Ingresos de 3.5 billones de pesos la pase en mucho y de forma muy sencilla con la explotación de datos”, asegura.
Destacó que basta con comparar 2019 con el presente año. Se ve un país diferente por el volumen de invitaciones que el fisco está mandando a las empresas y no sólo a las grandes sino a las medianas y pequeñas para aclarar diferencias.
El director de la firma de asesoría dice que 90% de los mil 500 clientes que atiende han estado en alguna oficina del brazo fiscal de Hacienda por requerimientos de información de Comprobantes Fiscales Digitales por Internet (CFDI), y diferencias entre el timbrado de nómina y la declaración.
Por otro lado, destaca el perfil de la nueva jefa del SAT, Raquel Buenrostro, que es una matemática con estudios de Economía.
Eso es lo que se necesita para efectos de tener el uso de datos para recaudar más y emitir requerimientos a los contribuyentes de una manera más exacta, apunta.
Lores establece que si bien la responsabilidad de estar al frente de este cargo público tiene mucha relevancia, con las circunstancias económicas globales y el nuevo panorama fiscal que se vive, crecerá y por eso eligieron a Buenrostro.
“Debes de poner a alguien (en el SAT) que en realidad se dedique a eso y que sea un ámbito de cobranza transparente; por eso no dudaría que viéramos impactos importantes como porcentaje del PIB en la recaudación”, afirma.
Refirió que hay un estudio del Banco Mundial que menciona que con la simple puesta en marcha del buzón tributario se estima que se puede recaudar más de 2% del Producto Interno Bruto.
Bajo ese panorama, advierte que las empresas, contribuyentes y contadores enfrentarán retos muy grandes para no caer en discrepancias o en el supuesto de defraudador por el uso de facturas falsas.
Ahora el SAT ya no se tiene que esperar “años” para ver los resultados con el uso de los datos y del buzón tributario se tiene toda la información a una velocidad inmediata, de manera efectiva y a menor costo. Se tendrá que conciliar todo contra todo para no tener ningún error, recomienda.
Al abundar sobre los riesgos que se vislumbran para este año y cómo estar preparados para enfrentar el año en materia fiscal, no titubea en asegurar que el más importante será el relacionado con el combate a los factureros y el lavado de dinero.
Indica que hay que estar revisando la lista “negra” del SAT mediante la cual se señala primero a presuntos evasores por expedir, vender o usar facturas para amparar operaciones inexistentes. Es decir, un mayor control sobre facturas emitidas y las que se reciben.
“Puede que en 2014 o 2015 alguien hizo una compra y hoy aparece esa lista, no importa que sea del pasado, se tiene que corregir la situación fiscal”, señala.
De acuerdo con el Código Fiscal de la Federación (CFF) hay tres posibilidades cuando se hace una deducción con un comprobante expedido por un facturero.
La primera, corregir mediante una declaración complementaria para eliminar esa deducción amparada con esa factura, y pagar el impuesto que se debe.
Segundo, presentarle a la autoridad las pruebas de defensa de acuerdo con el plazo perentorio de que los bienes y servicios de la empresa que aparece en la lista negra sí existen.
Y la tercera, es no hacer nada y en los términos del CFF, hacerse responsable del delito de defraudación fiscal.
El especialista destaca que este año, por primera vez, las empresas tendrán la posibilidad de verificar la información que tiene el SAT para cotejarla, como lo hace mediante los contribuyentes personas físicas.
Hay una serie de formularios nuevos que van a estar en la página del SAT que van estar prellenados. “Parte de los campos de esa predeclaración van a tener una fecha perentoria el 29 de febrero para corregirlo”.
Como ejemplo menciona la nómina: Si dice que son mil millones de pesos de deducción, pero los comprobantes sólo amparan otra cantidad menor, si la empresa lo quiere cambiar, después de cierta fecha ya no se podrá.
Lo anterior obliga a que toda la información esté perfectamente bien cruzada y de forma permanente que podrá verificarse y corregirse antes del 29 de febrero de 2020 para la declaración anual correspondiente a 2019.
Como parte de una tendencia del SAT de abrir las puertas para que veas la información de los contribuyentes, la clave está en que no se puede dejar en manos de un tercero tu destino fiscal, advierte.
Por eso sugiere no darle a cualquiera la firma electrónica, dados los casos de robo y fraudes con el RFC.