La cadena hotelera Rotamundos apuesta por el segmento turístico que la Organización Mundial de Turismo considera que tendrá el mayor crecimiento en la era post-pandemia.
Se trata de la práctica del turismo cultural, de naturaleza y aventura en un solo concepto, el cual consiste en hacer de hoteles pequeños, hostales, cabañas, glampings, haciendas y espacios alternativos como casas del árbol, verdaderos centros de descanso, reflexión y esparcimiento.
El objetivo es proporcionar a los huéspedes una sensación de armonía, confort y libertad, así como sumarlo a esa corriente de pensamiento de poseer menos para experimentar y viajar más.
Rotamundos prevé que los espacios abiertos y el contacto con la naturaleza serán los nuevos lujos en la llamada industria sin chimeneas.
“Estamos creando la cadena hotelera y de experiencias más grande de América Latina. En nuestra etapa inicial de expansión afiliaremos, digitalizaremos y agregaremos a su nombre la marca Rotamundos a 15 mil hoteles existentes y a 30 mil experiencias locales, desde la Sierra Tarahumara hasta la Patagonia”, señala la compañía.
Destaca inversiones iniciales en este concepto por más de 3 millones de dólares, con participaciones como el exdirector General de Mercado Libre en México, Ignacio Caride; el exdirector financiero de Grupo Posadas, Rubén Camiro, y el exdirector ejecutivo por México del Banco Interamericano de Desarrollo, Bosco Martí.