Ni el gobierno de la autodenominada Cuarta Transformación ha podido resolver el robo de energía eléctrica.
El problema, que le cuesta a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) alrededor 50 mil millones de pesos anuales, se debe en la mayor parte a actos ilícitos en la red de distribución como el uso de “diablitos” o manipulación de medidores y colgado de cables a la red o acometidas, entre otras, lo que ha rebasado la capacidad de la empresa.
Si bien el gobierno federal se ha propuesto reducir estas pérdidas de 11.62% sobre el volumen de ventas facturado —porcentaje al cierre del primer semestre de 2021— a un promedio anual de 8%, que es la referencia internacional, la CFE fue reprobada por su Consejo de Administración encabezado por la secretaria de Energía (Sener), Rocío Nahle, en el manejo de este problema en los dos primeros años de esta administración.
En tanto, el robo de energía eléctrica, le gana la carrera a la Comisión Federal de Electricidad. En México existen 40 mil 784 usuarios en colonias populares irregulares, que no cuentan con un contrato de suministro eléctrico y “hacen uso de energía de forma ilegal”, por lo que requieren ser regularizados entre 2021 y 2025 para disminuir las pérdidas que representan.
Sener contabiliza 5.77 millones de medidores que se deben modernizar en los próximos cinco años porque ya cumplieron su vida útil o porque son manipulados por los usuarios para registrar valores por debajo del consumo real y pagar menos.
Además, en muchos puntos de grandes ciudades, municipios y localidades, los cables de distribución de la CFE están atiborrados de embestidas que se cuelgan de las líneas de transmisión por donde fluye la electricidad para iluminar sin costo desde viviendas, negocios, servicios, mercados ambulantes o pequeños negocios callejeros.
Mal en comparación global
En el estudio de diciembre de 2020 Análisis de las tarifas del sector eléctrico, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) situó a México por arriba del promedio en cuanto a pérdida de energía eléctrica en la región, con 17% —cifra a 2018—. América Latina registra 16% de pérdidas, el doble de la referencia internacional, que es de 8%.
Objetivo en camino
Para este año, de acuerdo con el presupuesto programático de CFE, se estableció una meta de pérdidas de electricidad de 9.8%, y a través del programa anual de inversiones en distribución se destinaron 8 mil 861 millones de pesos “para la reducción de pérdidas”.
El gobierno federal, a través de la CFE, se ha propuesto alcanzar pérdidas de energía eléctrica de 9.80% este año; de 10.6% en 2022; 9.4% en 2023, y 7.8% al cierre de la administración.
Lee también: Ya inició el proceso de reestructuración de la deuda de Pemex: AMLO