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El Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM) reconoce que los retrasos de vuelos, hasta 120 programados en las primeras horas de la mañana, entre las 5:00 y 7:30 horas, considerado periodo de máxima demanda, se debe a que las aerolíneas utilizan posiciones en las terminales T1 y T2 y remotas como hoteles para pernoctar o espacios de estacionamiento para sus aviones.
Son aeronaves que pasan ahí la noche y que no cuentan con un vuelo asignado durante las dos primeras horas; que pernoctan porque tienen algún problema técnico y no pueden ser retirados de la posición de contacto; o bien, cuyo destino tiene atrasos y no pueden salir, pero que tampoco son retirados; o cuya tripulación se demora (vienen de un vuelo retrasado) y no son retirados de la posición de contacto.
El problema de estacionamiento o pernocta es que estas aeronaves utilizan posiciones de contacto, “las cuales cada vez son más demandadas dentro del aeropuerto capitalino”, reconocen las autoridades de la principal terminal aérea del país.
Actualmente, estos aviones ocupan 56 espacios de 80 disponibles para pernoctar. Los otros corresponden a posiciones en terminales y posiciones remotas.
Dichos eventos, de acuerdo con información del director general de Operaciones del AICM, Armando Subirats Simón, a la cual tuvo acceso EL UNIVERSAL, “generan una cascada de retrasos que pueden llegar hasta tres horas en algunas posiciones”.
“Dichos retrasos representan un costo social derivado del tiempo adicional que utilizan los pasajeros y los costos de operación que enfrentan las aerolíneas, además de un detrimento en los ingresos del aeropuerto, toda vez que la tarifa que cobra el AICM por el estacionamiento o pernocta es menor que la tarifa de movimiento operacional durante el proceso normal de embarque y desembarque de las aeronaves”, añade el organismo.
Precisa que el personal del aeropuerto capitalino detectó que en dos ocasiones en lo que va del año, “se ha estado a punto de decretar el cierre del aeropuerto debido a que no hay posiciones disponibles para estacionar los aviones”.
Vuelos de bajo costo
En el diseño original del aeropuerto Benito Juárez, las posiciones remotas se usaban principalmente para las aeronaves que se estacionan o que pasan la noche (pernocta) a la espera de asignación de posición de contacto.
El número de vuelos atendidos ha crecido sustancialmente, subraya la Dirección General de Operaciones del AICM. En 2018 se contabilizaron 458 mil 588 vuelos en las dos terminales (T1 y T2), de los cuales 412 mil 202 corresponden a pasajeros.
Para tender estos vuelos existen dos procesos básicos:
El avión tiene un origen y un destino, llega (por ejemplo, de Monterrey), desembarca, embarca y va a su destino (en este caso, regresa a Monterrey)
El otro proceso es que la aeronave tiene un origen (por ejemplo, Monterrey), pero no tiene destino, en este segundo caso, la unidad se queda en el aeropuerto, ya sea para “estacionarse” y esperar un nuevo destino, para pasar la noche (pernoctar) o para ser atendido en algún hangar.
De acuerdo con datos del aeropuerto Benito Juárez, actualmente se tienen en promedio mil 150 operaciones diarias, de los cuales 80 aviones en promedio se quedan para estacionarse o pernoctar, “aunque se han presentado eventos extremos en los que se han requerido espacios para 33 naves de una sola aerolínea para pernoctar”.
Además de las 120 posiciones que se están utilizando para los aviones sin movimiento, “no todas son aptas para pernoctar, por ejemplo, Aduanas se especializa en carga; la plataforma norte de Mexicana, conocida como MRO, está en renta, y las plataformas Tango son espacios destinados a las aeronaves pequeñas como las que utiliza Aeromar tipo C.
En total, el aeropuerto capitalino dispone de 56 posiciones para pernocta.
Piden estudios
Por ello, y dada que la necesidad de espacios para estacionar o pernoctar aviones ha ido en aumento y que el espacio dentro del aeropuerto es limitado, las autoridades de la terminal aérea proponen realizar los estudios necesarios para construir un estacionamiento u hotel de aeronaves y un puente elevado para desplazar los aviones del AICM a esta nueva zona.
El estudio, cuyo costo se calcula en 53.5 millones de pesos, tendrá que licitarse entre empresas especializadas, dado que el aeropuerto no cuenta con personal suficiente para ello, y debe estar listo en enero de 2020 para tomar la decisión de la construcción de este nuevo espacio del AICM.
En este terreno —no se proporciona la superficie— se prevé la construcción de una nueva vialidad y un puente para salir del aeropuerto, cruzar la calle Vía Tapo y llegar a la nueva zona de descanso de las aeronaves.
El proyecto, que ya fue presentado a la Unidad de Inversión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), permitirá “liberar 100% las 120 posiciones actuales, tanto en edificio como remotas, para destinarlas exclusivamente para abordaje y desembarque de pasajeros, facilitando la operación y disminuyendo tiempos de traslado, además de incrementar el nivel de servicio del aeropuerto”.
La información tampoco detalla el costo total de las obras, aunque se presume que pueden ser financiadas con los ingresos provenientes de la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA) que se cobra en el AICM.