Los restaurantes no han logrado revertir por completo los daños que sufrieron a causa de la pandemia de Covid-19, dio a conocer el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Germán González.
En 2020 se redujeron casi por mitad las ventas y a la fecha se encuentran a 90% del nivel previo a la emergencia sanitaria.
“Esperamos que terminemos en 2023 o a principios de 2024 con la industria del mismo tamaño que en 2019, considerando transacciones, nivel de empleo, número de unidades y volúmenes de venta”, afirmó.
En cuanto al nivel de ventas de la industria restaurantera a precios constantes, es decir, sin descontar la inflación, apenas a finales del año en curso se volverán a lograr los niveles de 2019, detalló el restaurantero.
“Como hay menos establecimientos, la gente volvió a salir y el sector recuperó su nivel de funcionamiento diario. Los restaurantes recuperaron clientes, pero como hay menos que antes, se siente como si tuvieran más gente, pero eso no quiere decir que ya eres del mismo tamaño por los empleos y niveles de venta a nivel nacional”, explicó.
“La industria restaurantera perdió la mitad de su valor en 2020. Si comparamos lo que se vendía en 2019, un año después perdimos casi la mitad. Para 2021 recuperamos 85%, y en 2022 estábamos en 90%, considerando niveles inflacionarios”, dijo.
Por fortuna, agregó González, “el consumo ha seguido fuerte. Pensábamos que durante 2022 o 2023 se iba a aflojar, pero se mantiene constante”.
El presidente de la Canirac explicó que las ventas de comida para llevar han crecido, considerando que antes de la pandemia representaban entre 3% y 5% del total, y ahora tienen 20%.
Durante una conferencia sobre los niveles de capacitación en el sector restaurantero nacional, González dijo que es preocupante que no haya una movilización hacia el empleo formal y que siga creciendo la informalidad.
Al sector restaurantero le preocupa que, por trabas y dificultades para operar en la formalidad, a la fecha 72% de los negocios operan como informales, dijo el presidente de Canirac.
Para reducir esos niveles, es necesario que los negocios formales operen de manera más sencilla, pues eso puede fomentar que haya un mayor atractivo en ponerse en regla, agregó.
Ante esto, la cámara ha buscado incidir en la creación de políticas públicas con los distintos gobiernos para que sea más fácil optar por la formalidad.