Aun con la incertidumbre de la variante ómicron de Covid-19 y su impacto en los próximos meses, dos jugadores relevantes del sector restaurantero en el país perciben un escenario de recuperación y apuestan por la apertura de sucursales y remodelación de las ya existentes.
A través de esta estrategia, el próximo año se vislumbra como positivo después del gran golpe ocasionado por la pandemia.
En entrevista con EL UNIVERSAL, los directores Generales de McDonald’s y Sonora Grill comentaron sobre los retos del año próximo, con ventas recuperadas incluso a rangos previos a la pandemia, siendo el comportamiento de la inflación uno de los factores que puede obstaculizar la recuperación.
Sonora Grill abrió recientemente su sucursal 40 bajo el concepto Prime Steak Club, frente a la columna de la Independencia en la Ciudad de México, mientras que McDonald’s reabrió en días pasados su histórica sucursal en Polanco, con un concepto sustentable e innovación tecnológica.
“Este año ha sido muy positivo. Es un segmento que la gente ha seguido utilizando mucho, y en 2021 ya estamos recuperando nuestras ventas a los niveles de 2019, e inclusive ya estamos por arriba”, mencionó el director de Arcos Dorados México, Francisco Bosch.
La empresa cuenta con 366 sucursales en el país y en las actuales condiciones económicas, la estrategia es remodelar en seis años al menos 80% de sus unidades de negocio.
“México es uno de los principales mercados por (...) la cantidad de restaurantes y el tamaño de su población.
“Esto hace que los ojos de la compañía se centren en México en diferentes aspectos para hacer pensar que en los próximos años vamos a seguir creciendo, teniendo nuevos restaurantes, pero nos vamos a enfocar mucho en la remodelación de los ya existentes”, resaltó.
Operando en un segmento distinto de la industria restaurantera, el director General de Sonora Grill, Ricardo Añorve, resaltó que se vislumbra un buen panorama para la compañía en el norte, bajío y sureste del país. Las proyecciones son favorables para ciudades y estados como Quintana Roo, Yucatán, Chihuahua, Sonora, Baja California y Baja California Sur, al presentar buena recuperación y menor competencia que en otras zonas.
El directivo añadió que ya han recuperado sus ventas a los mismos rangos previos a la contingencia sanitaria, incluso con crecimiento de 25%. Así, hacia adelante la empresa mantiene planes de abrir en Estados Unidos y tan sólo para la apertura de más unidades en México estima una inversión de 500 a 600 millones de pesos.
Sobre la elevada inflación que se enfrenta actualmente, el directivo señaló que cuentan con coberturas cambiarias para contener el alza de precios en algunos productos; sin embargo, la presión es elevada, por lo que se tendrá que repercutir en el precio a sus clientes.
“A nosotros la carne, una pieza básica de rib eye, nos costaba 600 pesos en mayo; hoy, esa misma pieza vale 900 pesos.
“Con la venta de vinos y destilados el margen es superior comparado con otras cadenas; si no lo tuviéramos, hubiéramos tenido que subir mínimo entre 15% y 20% nuestros precios (...) Lo vamos a tener que hacer en el primer trimestre del año”.