La Reserva Federal (Fed) decidió este miércoles mantener estable su tipo de interés, tal como se esperaba, con lo que la tasa de referencia queda en el rango de entre 5.25% y 5.50%.
Tras una reunión de dos días de su Comité Monetario, el banco central estadounidense destacó la "ausencia de nuevos avances" hacia su objetivo de inflación.
Sin embargo, señaló que a partir de junio comenzará a reducir más lentamente su volumen de activos en cartera, un movimiento que anuncia un comienzo de flexibilización de su política monetaria.
En EU, la inflación sigue por encima del 3% y los datos preliminares de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en el primer trimestre, del 1.6%, fueron peor a lo esperado y están por debajo de la previsión de la Fed.
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La Fed había aumentado sus tenencias durante la pandemia para inundar el mercado de liquidez y sostener la economía. Luego, a medida que aumentaba sus tasas de interés, comenzó a deshacerse de bonos del Tesoro, retirando así dinero del mercado.
Mantener las tasas altas supone desalentar el crédito que alimenta el consumo y la inversión, y con ello reducir presiones sobre los precios para contener la inflación.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, sostuvo que hará falta "más tiempo del esperado" para confiar en un descenso de la inflación en Estados Unidos, pero aseguró que es "poco probable" que haya una nueva subida de tasas.
En conferencia de prensa luego de la reunión de dos días del banco central estadounidense, que mantuvo los tipos de interés de referencia, Powell dio así la pauta de que las tasas seguirán altas por más tiempo.
Pero tranquilizó al mercado al señalar que es "poco probable que el próximo movimiento de las tasas sea al alza" ya que la política monetaria es "suficientemente restrictiva" en el largo plazo.
Con información de AFP
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