Además de los daños materiales que dejó el huracán Otis en Acapulco, hay personas que tenían contratos de arrendamiento de vivienda o local comercial en la bahía.

Expertos en el sector inmobiliario comentan que si alguien estaba rentando una vivienda o local comercial, después de la devastación no existe la obligación de seguir pagando la renta y se puede rescindir el contrato, ya que no se puede hacer uso del inmueble.

Jorge Paredes, presidente de Realty World México, explicó que en los contratos civiles de arrendamiento existe una cláusula donde se indica que “en caso fortuito o de fuerza mayor” como un huracán o terremoto “no es causa de incumplimiento el dejar de pagar la renta”, pues el inmueble ya no está en condiciones de ser ocupado. Esto aplica tanto para vivienda como para locales comerciales.

En el caso de las reservaciones en hoteles para la temporada navideña, todas se pueden cancelar y los hoteles o las compañías de renta de corta estancia como Airbnb tendrán que reembolsar lo pagado por el cliente.

“En el caso de las hipotecas, la mayoría de los contratos con instituciones financieras cuentan con seguro y estipulan que, en un caso fortuito o de fuerza mayor, entra el seguro a cubrir los daños totales o parciales.

“Hay que consultar el contrato y las cláusulas del seguro, los derechos y obligaciones, pero la mayoría de los contratos de crédito prevén estas situaciones”, indicó.

Roberto Fernández del Valle, socio de Santamarina y Steta a cargo de la práctica de Medios Alternativos de Solución de Controversias, comentó que en los inmuebles no asegurados, los dueños tendrán que buscar apoyo del gobierno.

“Si está asegurado, hay que buscar cuanto antes a la aseguradora para llevar a cabo el siniestro mediante los canales formales y procedimientos. Hacerlo pronto permitirá que entre la póliza de seguro y conforme a la legislación obtener los recursos para las reparaciones necesarias de los inmuebles”, indicó.

En el caso de la renta de oficinas y locales comerciales, se podría dar por terminado el contrato.

Fernández del Valle recomendó acercarse con las firmas de abogados, ya que algunas trabajan pro bono en situaciones de emergencia, para arreglar cualquier problema en cuanto a la compra de vivienda que resultó afectada o si las aseguradoras no quieren hacer válida alguna póliza, ya sea de vivienda, coche o local comercial.

Karim Goudiaby, CEO de la red inmobiliaria Iad México, comentó que incluso puede haber inversionistas que, a causa de este evento, quieran rescindir su participación en algún proyecto inmobiliario.

“En el caso de una renta residencial, es responsabilidad del propietario repararlo y conforme al contrato de arrendamiento, el inquilino puede rescindir el contrato porque el inmueble no está en condiciones dignas de habitar”, explicó.

“En el caso de una renta vacacional, el impacto es dual si el propietario tenía una hipoteca que financiaba con la renta del inmueble en una plataforma como Airbnb, se verá impactado porque no tendrá rentas durante cierto tiempo”.

Goudiaby considera que plataformas como Airbnb harán uso de su fondo de emergencia, como ocurrió en la pandemia de Covid-19, ya que estando a 50 días de Navidad todavía entra la política de cancelación de las reservaciones y se puede solicitar un reembolso.

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