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El monto de remesas creció más en efectivo y en especie durante los primeros ocho meses del año, respecto al mismo periodo de 2017.
Los mexicanos que viven o trabajan en Estados Unidos, principalmente, trajeron más remesas a México en dinero y en enseres domésticos que superaron a los envíos por transferencia electrónica.
Durante los primeros ocho meses del año, es decir, al cierre de agosto pasado, los paisanos llevaron a sus hogares de origen un monto de remesas promedio de 410 dólares en efectivo y especie.
Lo anterior representó un aumento de 2.1% respecto a igual periodo del año pasado, de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico).
Por transferencia electrónica, los envíos promediaron 317 dólares, es decir, 3.9% de aumento durante el periodo de referencia.
En agosto, mes del año en que todavía estaba el periodo de vacaciones de verano, trajeron en promedio 381 dólares en dinero en su bolsa y en regalos diversos.
Mejora empleo. Analistas de Banorte señalaron que el resultado de más remesas que están llegando a México se debe a la mejoría en el mercado laboral estadounidense, sobre todo para la mano de obra de connacionales.
De esta manera, tan sólo en agosto pasado las remesas sumaron 2 mil 856 millones de dólares, 9.1% de aumento anual.
No obstante, el monto fue más bajo al previsto por Banorte, que esperaba 2 mil 900 millones de dólares.
Así, de enero a agosto de este año, las remesas familiares totalizaron 21 mil 967 millones de dólares, lo que representó una variación de 11%, respecto a igual periodo del año pasado.
En pesos, las remesas tuvieron un valor menor al de meses anteriores, debido a la apreciación de 0.8% del tipo de cambio, lo cual pudo haber desalentado los envíos de remesas que en su mayoría es a través de transferencias electrónicas.
Flujo migratorio. Por otro lado, el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla) destacó que en los últimos años el flujo migratorio de mexicanos que cruzan la frontera hacia el vecino país del norte se ha reducido.
Sin embargo, aseguró que hasta ahora la ausencia de un flujo migratorio mexicano neto positivo hacia Estados Unidos no ha afectado a las remesas.
De hecho, ese ingreso ha mostrado incrementos importantes a lo largo de los últimos cinco años, señaló el gerente de estadísticas económicas del Cemla, Jesús Cervantes.
En un reporte, explicó que el comportamiento positivo de las remesas responde principalmente a que en ese periodo la evolución de la economía estadounidense ha favorecido aumentos de los niveles de empleo de los trabajadores mexicanos inmigrantes.
Además de que esto se ha visto favorecido por mayores remuneraciones medias. Ambos factores han implicado incrementos de su masa salarial, lo que, a su vez, ha financiado el incremento del envío de remesas a México, ponderó.
Refirió que durante 2017, en Estados Unidos la población inmigrante de origen mexicano se redujo en casi 304 mil.