Las rehabilitaciones mayores del Sistema Nacional de Refinación (SNR) de (Pemex) llevan un avance de 26%, de acuerdo con datos obtenidos vía transparencia, lo que se suma a una serie de problemas que generan rezago en el proceso del crudo y pérdidas financieras en la actividad.

“Obras de rehabilitación mayores: 26%; las reparaciones menores 92.8%”, respondió el 15 de julio el área de a una solicitud de información sobre el avance de los trabajos.

La actual administración tiene un programa de rehabilitación de las seis refinerías del país —Madero, Tula, Salina Cruz, Salamanca, Cadereyta y Minatitlán—, para el cual el gobierno decidió invertir entre 2019 y el cierre de este año 75 mil millones de pesos.

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Autosuficiencia lejana. Fuente Pemex
Autosuficiencia lejana. Fuente Pemex

Según la empresa, hasta ahora las inversiones ejecutadas rondan los 63 mil millones de dólares, pero los trabajos aún no reflejan mayores tasas de procesamiento de crudo.

“Pemex Transformación Industrial requiere de una reingeniería profunda y un cambio radical en el Plan de Negocios de la misma Pemex. La tercera parte de la refinación de México produce combustóleo, que se tiene que desplazar a un precio muy bajo, y que ya ha perdido vigencia en la generación eléctrica”, dijo Luis Miguel Labardini, socio de Marcos y Asociados, Consultora Energética.

“La reconfiguración de las refinerías mexicanas requiere niveles altos de inversión y es un sector de márgenes estrechos y volátiles”.

En opinión del especialista, cada una de las refinerías necesita una inversión de 2 mil millones de dólares, es decir, 36 mil millones de pesos, para poder ser reconfigurada y ofrecer mejores resultados que los que se reportan actualmente.

Según la misma respuesta de Pemex vía transparencia, con los trabajos que se van a realizar este año las refinerías deberían alcanzar alrededor de 67% de capacidad para utilizar, del total que tienen desde que fueron construidas.

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Es decir, van a cerrar una capacidad de proceso de un millón 100 mil barriles diarios, cuando el SNR tiene capacidad total de un millón 640 mil barriles. En la actualidad, el sistema utiliza sólo 40% a 50% de su capacidad instalada.

“Este es el problema de Pemex, que mientras más insista este gobierno en dejar de vender el crudo al extranjero y meterlo a refinerías nacionales, las pérdidas van a aumentar, como pasó en el trimestre de abril a junio, cuando se perdieron 251 mil millones de pesos. Pemex pierde 20% de cada barril de gasolinas o diesel que vende”, dijo Susana Cazorla, socia consultora de SICEnrgy.

En deterioro

De acuerdo con estadísticas de Pemex, este segmento de negocio acumula 22 años de pérdidas financieras y este año ya se perfila para ser uno más con números rojos.

Para los especialistas, el problema de falta de inversión y de instalaciones obsoletas no sólo se queda en los estados financieros, pues impacta en los trabajadores.

Al cierre de junio de 2024, el índice de accidentabilidad de la petrolera se ubicó en 350 casos por cada mil millones de horas hombre registradas, 22% menos que hace un año, pero en el sexenio el indicador se ha mantenido en esos rangos.

Así, los problemas de ese negocio afectan a toda la empresa, que busca capitalizar el objetivo político de dejar de importar gasolinas y producir los combustibles que se consumen en México, a pesar de que las últimas cifras de la Secretaría de Energía muestran que 58% de la demanda de combustibles se cubre desde el extranjero.

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La tendencia

En la actualidad, explicó recientemente el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, 76% de los ingresos totales de la petrolera se generan por venta de combustibles automotrices, un alza de 10 puntos porcentuales en comparación con 2021.

“La intención es que estos ingresos al final del día se conviertan en 100% con la autosuficiencia energética”, expuso el directivo, quien está en proceso de entregar cuentas al cierre de esta administración.

Si bien el gobierno actual recibió un sector mermado por la falta de inversión, la apuesta de este gobierno de reforzar el área es a costa de la viabilidad de toda la empresa.

“Es necesario discutir todas las alternativas posibles, incluyendo la participación del sector privado. La tasa de retorno en refinación a escala mundial apenas logra 8%, mientras que en la exploración y producción es más de 34% después del pago de las regalías”, añadió Labardini.

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