Cada niño debería tener un libro de texto para mejorar los resultados del aprendizaje, sobre todo en países donde hay muchos alumnos en las aulas, varios docentes no están cualificados y el tiempo de instrucción es escaso, así lo revela el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo publicado por la UNESCO.
La mañana de este miércoles, el Inegi dio a conocer que la inflación llegó a 4.79% en julio y fue la menor desde marzo de 2021. Sin embargo, hubo decenas de productos y servicios que subieron de precio más rápido en esta temporada vacacional de verano, como es el caso de los libros de texto.
A unas semanas del regreso a clases, los ejemplares de nivel preescolar, primaria, secundaria, preparatoria y profesional se encarecieron en promedio 5.76%, superando en casi un punto porcentual a la inflación.
Un mes antes, en junio, los libros escolares también se encarecieron en mayor magnitud que el llamado impuesto de los pobres.
El Inegi encontró, por ejemplo, que el libro de Álgebra, de Aurelio Baldor, publicado por Editorial Patria, subió en el último año de 430 a 449 pesos en la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.
Lee también Inflación se desinfla a 4.79% en México, pero es el doble que en España
Física Conceptual, de Paul G. Hewitt, publicado por Pearson Education para nivel preparatoria, aumentó de 480 a 761 pesos en la capital mexicana.
Mi Libro Mágico, de Carmen Espinosa, editorial Nori, para primaria con CD incluido, pasó de 269 a 299 pesos en Tijuana. El ejemplar Juguemos a Leer, de Rosario Ahumada y Alicia Montenegro, publicado por Trillas para preescolar, pasó de 280 a 325 pesos en Mérida.
Detrás de la carestía de libros se encuentra la pandemia de Covid-19, que trajo consigo problemas en las cadenas de suministro de papel, cartón y tinta, que se reflejaron en los precios establecidos por las editoriales privadas, dieron a conocer empresarios consultados por EL UNIVERSAL.
Señalaron que se vienen acumulando costos por la crisis sanitaria y las editoriales ahora están tratando de compensar las pérdidas que sufrieron.
El suministro de insumos ya se comenzó a normalizar, pero continúa existiendo presión para subir los precios, ya que los procesos productivos se están encareciendo cada vez más por los constantes incrementos al salario mínimo y la energía eléctrica.
Los empresarios también mencionaron el mayor costo de los servicios de transportes de carga federal relacionado con los incrementos de la gasolina y diesel, así como las cuotas de autopistas.
Lee también Cuatro estados opositores no distribuirán los nuevos libros de texto gratuitos
Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión y muchas opciones más.
vcr/mcc