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La regla de origen para la industria automotriz que México negoció con Estados Unidos en un acuerdo en principio del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), protege la producción de las nuevas plantas de Audi, KIA y Daimler-Nissan, así como a las próximas a abrir como Toyota y BMW.
Cuando inició la renegociación del TLCAN había mucha incertidumbre sobre si los cambios a la regla de origen afectarían las inversiones en el sector, pero la regla de origen negociada asegura la continuidad de la producción de vehículos en el país.
México y EU acordaron incrementar el valor del contenido regional para la producción de vehículos de 62.5% a 75%, de manera gradual.
Pero las plantas más recientes, como Audi, KIA y Daimler-Nissan, tienen un beneficio de cinco años para cumplir con sólo 50% del contenido regional requerido, según la Industria Nacional de Autopartes (INA).
Audi y KIA llevan operando poco más de dos años en el país, por lo que todavía tienen tres años de gracia con ese beneficio. A Daimler-Nissan le quedan cuatro años, porque la planta de Aguascalientes arrancó en noviembre de 2017.
Sin embargo, los vehículos provenientes de estas plantas tendrán que pagar un arancel de 2.5% por cada vehículo exportado a EU.
Una vez que concluyan esos cinco años de periodo de gracia, iniciará un proceso de transición para alcanzar el 75% de contenido regional de la siguiente manera: 66% a la entrada en vigor del nuevo TLCAN; 69% al siguiente enero; 72% al siguiente enero, y 75% al siguiente enero.
En el caso de las plantas por iniciar operaciones como BMW y Toyota tendrán cinco años de gracia, con 50% de valor de contenido regional y pagarán un arancel de 2.5% por cada vehículo exportado a EU.
Una vez concluido ese periodo, comenzará la transición para alcanzar el tope de 75% de contenido regional de la siguiente manera: 66% al inicio del año fiscal; 69% al siguiente; 72% en el tercero, y 75% al cuarto.
El presidente de INA, Óscar Albín, destacó que al pagar un arancel de 2.5% para exportar hacia Estados Unidos, la producción de estas nuevas plantas se blinda sobre la Sección 232 de Seguridad Nacional que podría imponer aranceles de más de 25% a los autos importados.
El resto de las plantas no se consideran nuevas, pues llevan más de cinco años operando en el país.
Por lo tanto, tendrán que elevar de 62.5% a 66% su contenido regional a la entrada en vigor del nuevo TLCAN, para posteriormente subirlo año con año hasta alcanzar 75%.
De acuerdo con un estudio de UBS, las armadoras estadounidenses General Motors, Fiat Chrysler y Ford y las japonesas Honda, Mazda, Toyota y Nissan, incorporan más de 62.5% de componentes de Norteamérica en sus vehículos, por lo que alcanzarían 75% con relativa facilidad.
En cambio, Subaru, Hyundai, KIA, BMW y Volkswagen tendrían que hacer un mayor esfuerzo para alcanzar ese porcentaje, porque incorporan menos componentes de la región de Norteamérica en sus vehículos.
La nueva regla de origen también ordena que 70% de las compras de acero y aluminio que hagan las armadoras tendrán que ser en Norteamérica, aunque esta condición no aplica para la fabricación de autopartes.
Salarios de 16 dólares. Sobre el requerimiento de que 40% del valor de un vehículo tiene que ser fabricado por mano de obra pagada a 16 dólares la hora, la nueva regla de origen permitirá que ese 40% se alcance de la siguiente manera: 30% a la entrada en vigor del tratado; 33% a enero próximo; 36% al siguiente enero y 40% el subsecuente.
“Las armadoras podrán sumar las importaciones de materiales y materia prima que sus proveedores hagan de EU y Canadá. Esto es importante porque le agrega hasta 8% o 10% y ayuda a una armadora en México a evitar que solicite componentes de EU preferentemente”, indicó INA.
Otro 10% vendrá de los gastos en investigación y desarrollo, tecnología de la información, gasto en recursos humanos y software.