Ya lo había adelantado Arturo Herrera el 19 de junio en reunión virtual con la Concanaco, que venía algo en materia de pensiones que la Secretaría de Hacienda estaba trabajando de manera muy estrecha y en silencio con Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE). Nos cuentan que lo que no se sabía es que la propuesta de reforma ya tenía el aval legislativo de las bancadas de diputados y senadores de Morena, e incluso de la oposición, con el blanquiazul. De pasar sin peros en el Congreso, sería la primera reforma planchada y almidonada que logre la 4T sin enfrentar marchas, pintas ni vidrios rotos, y tampoco sin un Pacto por México, como se estilaba en el sexenio pasado. La clave: no se propone elevar la edad de retiro, algo que alguna vez le quisieron endilgar a Herrera.
Como le habíamos adelantado, la Asociación de Bancos de México (ABM), de Luis Niño de Rivera, ha decidido no extender la prórroga en el pago de créditos a clientes afectados por el Covid-19, por lo que se prepara otra serie de medidas para clientes. Nos cuentan que se analizará caso por caso para determinar qué tipo de respaldo debe tener cada usuario afectado por la actual crisis económica, a efecto de no perjudicar los balances de los bancos, que ya necesitan que comiencen a realizarse pagos para conocer la magnitud de la morosidad que puede presentarse a partir de agosto, mes en el que los créditos postergados regresarán a la normalidad. Nos reportan que los banqueros están preocupados por la lentitud del regreso a las actividades, situación que puede afectar aún más a su cartera crediticia.
Después de que, al principio de la pandemia del coronavirus, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, decía que el cubrebocas había que dejárselo al personal de salud, tuvo que reconocer que es esencial. Esta semana, el funcionario dijo que será importante portarlo en cada actividad de la vida diaria, ya sea un cubrebocas de tipo médico o análogo, como medida de cuidado. Nos dicen que aseguró que en estas mascarillas ve un símbolo de cómo reactivar la economía con cuidado, al igual que el uso de caretas. Sin embargo, ayer, en el evento para presentar la reforma al sistema de pensiones, junto con el presidente Andrés Manuel López Obrador, se le vio con la cara descubierta y fue evidente el jalón de orejas que le dieron. ¿No habría que predicar con el ejemplo? ¿O es mejor hacerle caso al jefe?