La refinería Olmeca, actualmente en construcción en el puerto de Dos Bocas, Tabasco, no va a estar lista en septiembre de 2023 para cumplir con el volumen máximo de gasolinas que se prevé va a elaborar, y su contribución a la producción nacional no alcanzará para lograr la autosuficiencia ese mismo año.
Será hasta 2026, dos años después de que concluya la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando estará trabajando a 80% de su capacidad, considerado el nivel máximo de procesamiento de petróleo crudo, de acuerdo con nuevas proyecciones que la Secretaría de Energía (Sener) hizo llegar a empresas que participan en la construcción de obras complementarias del proyecto. En consecuencia, el 1 de julio de este año se inaugurará el complejo operando parcialmente.
El análisis costo-beneficio realizado por la empresa Scala sobre la construcción del ramal ferroviario que correrá de la Estación Ing. Roberto Ayala a Dos Bocas, fechado en febrero de 2022 y en poder de EL UNIVERSAL, refiere que, según datos de la Sener, la planta operará a 80% de su capacidad en 2026.
“Con lo informado por la Secretaría de Energía se ha proyectado que hacia 2023 la refinería en Tabasco reciba para producción 240 mil barriles diarios de crudo, para 2025 llegar a 267 mil barriles y hacia 2026 llegar a los 340 mil barriles, lo que supone una utilización de 80% de la obra”, detalla el documento elaborado para la Dirección General de Desarrollo Ferroviario y Multimodal de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
En 2022, la aportación de la nueva refinería sería marginal, porque estaría en fase de pruebas. Inicialmente, de acuerdo con el calendario de obras, se esperaba que la refinería Olmeca estaría operando a todo vapor en los festejos patrios del 15 de septiembre de 2023.
Para ese momento, esta administración esperaba cubrir 87% del consumo nacional de gasolinas con producción propia y 100% de la demanda de diesel.
Esa meta considera que “la rehabilitación de las refinerías permitiría procesar un millón 150 mil barriles diarios de petróleo crudo la mayor parte de 2022 y alcanzar un millón 250 mil barriles a finales del mismo año”, explicaron funcionarios de la Secretaría de Energía (Sener).
Las fuentes consultadas detallaron que el complejo va a ir incrementando paulatinamente tanto el procesamiento de petróleo como la producción de derivados, en la medida en que vayan arrancando las 17 plantas que conforman el complejo.
“Por eso se proyecta que la refinería operará a 56.4% en 2023; a 63% en 2025, y a 80% en 2026”, señalaron.
La buena noticia para el gobierno federal es que el Sistema Nacional de Refinación (SNR) empieza a levantar y en las primeras siete semanas de 2022 reportó el mejor arranque de la actual administración.
Así, en la semana concluida el 20 de febrero la producción de gasolinas promedió 306.2 mil barriles diarios, el sistema alcanzó un volumen de procesamiento de 958 mil barriles y el porcentaje de utilización de las refinerías fue de 58.8%, números que no se veían desde hace más de cinco años.
Sin embargo, la nueva refinería todavía afronta cuellos de botella que tendrán que resolverse antes de que empiece a producir los primeros barriles de gasolinas y diesel.
El análisis costo-beneficio de la empresa Scala destaca que “la oferta para trasladar los productos derivados de la refinería hacia el interior de la República Mexicana está limitada a pocos modos de transporte”.
El documento menciona que “la red carretera que opera y el transporte por ductos son los únicos medios de transporte que operan actualmente”.