Al advertir que la pandemia no se acabará hasta que termine en el último rincón del mundo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó a la baja sus expectativas para la economía global, de 6% en julio a 5.9%.
En su informe Expectativas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés) que dio a conocer este martes, mantuvo el pronóstico para 2022 en 4.9%.
La recuperación mundial continuó, pero el impulso se ha debilitado, obstaculizado por la pandemia, alertó el FMI.
“Los acontecimientos recientes han dejado claro que estamos juntos en esto, y la pandemia no termina hasta que termina en todas partes”, dijo la economista en jefe del FMI, Gita Gopinath.
Ponderó que si el Covid-19 tuviera un impacto prolongado, en el mediano plazo se podría reducir el Producto Interno Bruto (PIB) mundial en 5.3 billones de dólares acumulados durante los próximos cinco años en relación con la proyección actual.
“No tiene por qué ser así. La comunidad mundial debe redoblar sus esfuerzos para garantizar acceso a las vacunas en todos los países, superar las dudas sobre las vacunas cuando exista oferta y asegurar mejores perspectivas económicas para todos”, dijo
Gopinath consideró que un factor común principal detrás de estos complejos desafíos es el control continuo de la pandemia en la sociedad global.
Por tanto, aseguró que la principal prioridad política es vacunar a 40% de la población en todos los países a fines de 2021, y a 70% para mediados de 2022.
Otra prioridad es la necesidad de frenar el aumento de temperaturas globales y contener crecientes efectos adversos del cambio climático, señaló.
Esto requerirá compromisos más ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en las próximas reuniones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la Conferencia de Cambio Climático (COP26).
En el informe se pone de relieve que la recuperación mundial sigue en medio de una creciente incertidumbre más compleja.
Se enfatiza que impulsado por la variante Delta altamente transmisible, la muerte global registrada por el Covid-19 ha aumentado a cerca de 5 millones y abundan los riesgos para la salud, lo que frena un retorno total a la normalidad en todo el mundo.