El estancamiento de la economía mexicana puede mantenerse en 2020, lo que erosionará los ingresos y dificultará la meta fiscal. Esto obligará a recortar los programas sociales o a un ajuste más fuerte en un contexto de fragilidad de la empresa petrolera, advirtió el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés).
En un reporte que difundió ayer, dijo que el estancamiento de la economía mexicana aleja al Producto Interno Bruto (PIB) nacional de las tasas de crecimiento de 2.2% que puede alcanzar.
De acuerdo con el reporte liderado por el jefe de investigación para América Latina, Martín Castellano, ponderó que en momentos tan frágiles para Pemex es probable recurrir a medidas políticamente sensibles, como reducir transferencias sociales.
Esto con el objetivo de mantener la disciplina fiscal y tener el apoyo de inversionistas, enfatizó.
El instituto destacó que se debe tomar en cuenta que a esto se suma la incertidumbre sobre la estabilidad de las relaciones de México con su vecino del norte, pese a la ratificación del T-MEC por parte de los congresos en Estados Unidos y Canadá.
“Proyectamos que la economía se mantendrá estancada este año y que el banco central continuará relajando la política monetaria sólo gradualmente para preservar la estabilidad financiera y de precios a largo plazo”.
Afirmó que el crecimiento de México se ha detenido, principalmente por la débil inversión.