Recortan previsión a firmas petroleras
Recortan previsión a firmas petroleras

El desplome de los mercados que empezó a principios de octubre del año pasado no fue exclusivo para la renta variable. El precio del petróleo también se vio arrastrado por las caídas, que cortaron por lo sano una racha alcista que se encadenaba desde principios de 2016. El barril Brent perdió en el último trimestre de 2018 más de 40% de su precio, terminando el año cerca de los 53 dólares, cuando a principios de octubre llegó a superar los 85 dólares, marcando un nuevo máximo no visto desde 2014.

La llegada de 2019 sentó bien al barril -como a la mayor parte de activos cotizados- y la subida ha sido especialmente fuerte en los últimos días. Sin embargo, la recuperación del precio del recurso energético en 2019 no se ha trasladado a las previsiones de beneficio de los expertos, que han reducido 14% durante este año la estimación de ganancias para las 10 firmas más grandes de la industria. Ahora, con el barril Brent cotizando en el entorno de 75 dólares, el beneficio previsto de las 10 gigantes del sector para el año 2019 se compra en bolsa 13% más caro que en octubre: con los precios y las estimaciones de entonces las acciones de estas empresas se compraban de media a 12.75 veces su beneficio -ratio PER-, mientras que ahora el inversor se encuentra con una ratio de 14.4 veces.



Según los cálculos de UBS, el sector estaría poniendo en precio en los niveles actuales un barril en 57 dólares, 23% por debajo del nivel actual. Y es que mientras el barril de Brent ha experimentado una subida de 38% en 2019, las 150 petroleras más grandes suben 20% de media. Más allá de la subida del crudo, el sector también se ha animado en bolsa tras la oferta de Occidental Petroleum de 50 mil millones de euros por Anadarko, superando los 45 mil millones de euros que había puesto sobre la mesa Chevron.

El último empujón alcista que está experimentando el precio del petróleo está relacionado con las sanciones comerciales que Estados Unidos ha implementado a Irán. Tras establecerlas en agosto de 2018, el país americano decidió hacer excepciones temporales a las medidas, unas excepciones que durante el pasado fin de semana se conoció que van a terminar, lo que ha impulsado definitivamente al barril Brent. Irán tiene una capacidad de producción de 4 millones de barriles diarios, según Bloomberg y produce ahora en torno a 2.7 millones.

¿MALOS RESULTADOS?

La temporada de resultados para el primer trimestre de 2019 no está siendo positiva para las petroleras estadounidenses, el único sector del S&P 500 que no está batiendo las expectativas de los analistas, según Bloomberg. Sin embargo, los expertos coinciden en que se trata de algo circunstancial y, en general, comparten buenas perspectivas para las compañías del sector. Desde Julius Baer esperan para esta temporada de resultados que "en torno a 40% de firmas del S&P 500 reporten márgenes más bajos. La mayor parte de estas empresas son del sector petróleo y gas, de materiales, o de semiconductores, que todavía sufren la debilidad de los precios durante el último trimestre de 2018", destaca el banco suizo.

Desde Jefferies consideran que "al margen de que el sector de la energía está publicando la mayor caída de ingresos [en la temporada de resultados], hay muy pocas razones para evitar este sector". Celso Otero, analista de Renta 4, explica sobre los resultados de las firmas del sector que "durante el primer trimestre de este año el barril ha estado en el entorno de 50 dólares, mientras el año pasado estaba en 65. Así, la comparativa con resultados pasados es mala. A medida que vayan publicándose próximos resultados la comparativa será mucho mejor", destaca.

LA SENSIBILIDAD AL PRECIO

Los bruscos movimientos del petróleo desde octubre de 2018 han provocado que sea difícil leer en las cifras del consenso cuáles son las previsiones que está manejando de cara a este año. Eso sí, lo que parece claro es que en estos niveles las grandes firmas del sector no deberían tener problemas para llegar a su breakeven. Según JP Morgan, el sector cubriría sus necesidades de inversión y el pago de dividendos con el petróleo en 46 dólares, frente a los 65 dólares en los que ha cotizado de media este año.
Y es que los movimientos del petróleo afectan enormemente a las previsiones de ganancias del sector. Según los cálculos de UBS, Eni sería la compañía más apalancada en términos de beneficios a una subida del barril, ya que su beneficio por acción crecería en torno a 3.7% por cada dólar que sube el crudo. Mientras, las estimaciones de Chevron y Shell se moverían entre 2.5% y 3% por cada subida de un dólar del crudo. Para Total, BP, Repsol o Exxon la variación se movería entre 2% y 2.5%.

A pesar de que el sector se ha encarecido un 14%, el multiplicador de beneficios de Repsol se ha mantenido prácticamente plano, en el entorno de las nueve veces. A estos precios, la petrolera española ofrece una rebaja de 37.5% frente al sector y, además, ha recuperado la confianza de los analistas, volviendo a lucir una recomendación de compra. "Repsol sigue siendo una de las opciones más atractivas de la industria, con un recorrido por fundamentales de 25%. La compañía ahora está centrada en la mejora de la generación de flujo de caja en el negocio de producción mientras que su crecimiento en el área de refino y marketing se apalanca en unas refinerías de primer nivel, por lo que es probable que se pueda beneficiar de las nuevas normativas", apuntan desde Kepler Cheuvreux. Los expertos esperan que la compañía obtenga este año unas ganancias de 2,500 millones y que el próximo ejercicio se acerque a los 3,000 millones de euros, un 19% más.
 

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