Las reconfiguraciones al representan un reto en los esfuerzos de coordinación entre el gobierno federal y las entidades federativas, al modificar la estructura organizacional en periodos relativamente cortos y no dar certeza a las personas sobre las vías para recibir atención médica, revela un estudio elaborado por el El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Conveal).

El estudio tiene un diseño metodológico cualitativo que permite conocer la perspectiva de las personas usuarias respecto a la accesibilidad, la disponibilidad y la calidad de los servicios de salud.

Con este estudio es posible identificar los principales obstáculos que encara la población sin seguridad social para hacer efectivo su , y se proporciona evidencia sobre los puntos focales para el desarrollo de políticas públicas en salud para las entidades federativas; no obstante, es necesario señalar, que, el diseño metodológico no permite la generalización de los hallazgos.

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De acuerdo al estudio, el modelo MAS-Bienestar plantea un rediseño de la estructura organizacional del Sistema de Salud para fortalecer la rectoría de la Secretaría federal, en coordinación estratégica con las entidades federativas.

Sin embargo, esta modificación ha causado incertidumbre en algunos estados al interpretarse como un nuevo esquema de centralización de los servicios de salud, con posibles implicaciones en términos de la efectividad de respuesta a las necesidades locales y la heterogeneidad de las condiciones demográficas que demandan de una atención diferenciada.

Foto: archivo/ EL UNIVERSAL
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Esta situación podría afectar los esfuerzos por garantizar el ejercicio del derecho a la salud para la población sin seguridad social, particularmente en contextos de emergencia sanitaria que demandan velocidad en las respuestas.

La centralización se complementa con la pérdida de eficiencia en la distribución y entrega de medicamentos ocurrida con la consolidación de las compras.

Si bien algunas entidades federativas refirieron haber mejorado algunos porcentajes de disponibilidad de medicamentos y el número de claves, también se aprecia una disminución en medicamentos especializados y oncológicos, cuya adquisición puede representar un costo importante para los hogares.

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Por ello, en cuanto al tema de los medicamentos, también existe el reto de garantizar la distribución oportuna para que las entidades federativas dispongan de los insumos médicos necesarios para brindar una atención adecuada.

Uno de los factores que limita el ejercicio efectivo del derecho está asociado al acceso a la atención médica especializada.

Al respecto, si bien los servicios de salud deben ser proporcionados de manera gratuita por los sistemas estatales de salud, existen al menos tres factores que limitan el acceso:

  1. Las personas deben asumir los costos de traslado a los hospitales especializados, así como aquellos gastos de alimentación y hospedaje para las personas que acompañan al paciente
  2. Existen entidades federativas que no cuentan con hospitales de tercer nivel de atención, lo cual agrega obstáculos para las personas sin seguridad social.
  3. En muchas entidades federativas no hay suficiente personal especializado, lo cual se agrava al analizar las zonas rurales.

Otro factor que limita el ejercicio del derecho a la salud para las personas sin seguridad social está vinculado con los problemas de coordinación interinstitucional entre el Gobierno federal y los sistemas estatales de salud.

Existe, en primer término, falta de claridad en las bases normativas que delimitan el margen de acción y colaboración entre las entidades federativas y el Gobierno federal.

Foto: archivo/ EL UNIVERSAL
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En segundo término, hay diagnósticos y diseño de planes de acción articulados desde la Federación, que soslayan las necesidades locales identificadas por los sistemas estatales de salud para operar la atención médica, las cuales responden a las particularidades de cada contexto sociodemográfico y epidemiológico y que, al no ser tomadas en cuenta generan ineficiencias en la distribución de recursos.

El estudio del Coneval advierte que el proceso de transición que experimenta el sistema de salud debe establecer directrices claras para las entidades federativas que han decidido no participar en la federalización de los servicios de salud, con el fin de que no existan diferencias en la atención que se brinda a la población en las diversas regiones del país.

Aun cuando el MAS-Bienestar establece que todas las entidades federativas deben adherirse al modelo de atención a la salud, aún está pendiente establecer cómo funcionarán los mecanismos de financiamiento y coordinación entre las que se mantienen fuera de la federalización de los Sistemas Estatales de Salud (SESA).

Mientras no se satisfaga el punto anterior, existe el riesgo de que se fragmente aún más la atención médica, al generar un nuevo subsistema de atención presente en aquellas entidades que no se adhieren al Organismo Público Descentralizado IMSS-Bienestar.

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rcr

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