La titular de la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet), Selene Cruz, hizo ver que 45% de los juicios que se atienden en la dependencia tienen que ver con la designación de beneficiarios de los ahorros en una cuenta de Afore en casos de muerte del trabajador.
“La pandemia generó muchas muertes y desde ahí hay gente que quiere acceder a los recursos de la cuenta individual de algún familiar que falleció, y desde ahí la ventanilla de inicio está cerrada porque el argumento es que se necesita un juicio por protección de esos recursos”, comentó la funcionaria de la procuraduría dependiente de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
Selene Cruz explicó que hay una figura en el artículo 193 de la Ley del Seguro Social, cuyo contenido tiene que ver con la designación de beneficiarios, en el que la idea principal es que si no se utilizan los recursos para una pensión, los pueda cobrar quien el trabajador haya designado en su Afore.
No obstante, lo anterior apenas se está empezando a implementar, ya que la reforma se realizó en 2020.
La funcionaria de la Profedet recordó que en caso de beneficiarios de una pensión la ley es clara y señala que solamente los hijos, cónyuge o concubino y padres pueden recibirla en caso de fallecimiento del trabajador.
Aunque cuando no se utilizan los recursos para la pensión, lo que sigue es que se recupere la totalidad de la cuenta individual, pero todavía existen complicaciones debido a los juicios que se aplican y que hacen tardado la entrega de recursos a beneficiarios de la cuenta de Afore de un trabajador que ya haya fallecido.
Ante los cambios que ha tenido la legislación laboral en México, los juicios tardan en promedio un año; sin embargo, la funcionaria recordó que aún se deben generar esquemas para la entrega rápida de los recursos.
Cruz añadió que el juicio aplica como protección en caso de que exista más de una familia que pueda reclamar el recurso, pero se busca mejorar la legislación en la materia para facilitar el trámite.
“Hace falta mucha voluntad y sensibilidad. Por ejemplo, tuvimos un caso de una señora de 68 años en el que su padre murió y el señor casi en su lecho de muerte pidió que sus recursos se entregaran a su hija. Muere el señor y eso no ocurrió porque, aunque es hija, ya no era menor de edad, pero ella llegó con el testamento argumentando que era la heredera universal de su papá y se le negaron los recursos y la mandaron a juicio”, explicó.