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En el Registro para Prestadores de Servicios Especializados y Obras Especializadas (REPSE) para personas físicas y jurídicas, cuatro de cada 10 empresas son rechazadas por ser de reciente creación en el mercado del outsourcing.
A otras que ya tienen años operando, y a las cuales también se les negó el registro ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPyS) por tener opinión de cumplimiento negativo fiscal, o en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) e Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), ya las están contactando para regularizar su situación.
Para el consultor y fiscalista Javier Zepeda, el hecho de que no se puedan registrar los emprendedores que están abriendo una nueva firma de subcontratación es un acto discriminatorio. Recordó que la semana pasada se dio a conocer que, de manera preliminar, se registraron 8 mil empresas que habían iniciado el trámite, de las cuales 3 mil lo concluyeron y sólo un promedio de 600 habían recibido la autorización.
“Esto quiere decir que de las 8 mil que iniciaron el trámite y con las 3 mil que lo terminaron, hay una diferencia de 5 mil que, por diversas razones, no cumplieron”, mencionó.
A casi 50 días de que concluya el plazo para el registro, consideró necesario una prórroga de un mes, tomando en cuenta el universo de las empresas que necesitan de las prestadoras de outsourcing.
El cuestionario
Para el caso de las empresas de nueva creación, Zepeda apuntó que son rechazadas por responder al cuestionario que, en su opinión, es ambiguo y está más bien pensado para las organizaciones ya existentes, de manera que se les segrega.
Dependiendo de las respuestas, de manera automática, el algoritmo de la Secretaría del Trabajo evalúa y dice si es una empresa que no tiene capacidad, experiencia y tiempo necesario para ofrecer los servicios especializados y, por consiguiente, en promedio cuatro de cada 10 están siendo rechazadas, señaló.
