La aerolínea Interjet dejó de operar desde diciembre de 2020 y el pasado 10 de abril fue declarada en quiebra, situación que contribuye a la incertidumbre en la aviación comercial, dijo Julio Zugasti, asociado senior del despacho de abogados Hogan Lovells.
“Este tipo de situaciones está generando más ruido y cierta turbulencia a las aerolíneas mexicanas”, comentó el experto en temas aeronáuticos.
“Se ponen en riesgo escenarios a futuro por la competencia que podría llegar a darse”.
La aerolínea dejó de operar desde finales de 2020 debido a deudas acumuladas que en ese momento ascendían a mil 250 millones de dólares, de los cuales 250 millones le correspondían al Servicio de Administración Tributaria (SAT), 380 millones por la compra de aviones rusos Sukhoi, 140 millones a arrendadoras de aviones, 25 millones en sueldos y prestaciones de sus empleados, y el resto entre otros proveedores.
Hasta el momento, hay más de 5 mil trabajadores de Interjet en huelga, en espera de que, con el remate de los bienes del concurso mercantil, se les pueda pagar el dinero que les adeudan, y a la fecha se estima que los pasivos de la empresa ascienden a alrededor de 40 mil millones de pesos.
“Es un golpe fuerte a la industria de la aviación. Nos quedamos de manera formal sin una aerolínea que en cierto momento tenía un gran tamaño y ahora ya se ponen a la venta los bienes”, agregó el especialista.
El martes pasado, el Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Concursos Mercantiles de la Ciudad de México fijó como fecha el jueves 13 de abril para la diligencia de remate de primera almoneda de los bienes embargados a la empresa, siendo la primera ocasión donde se anuncia la venta de bienes y se convoca a los posibles compradores.
En tanto, el SAT solicitó al juzgado salvaguardar ante otros órganos jurisdiccionales la integridad de la masa concursal, entendiéndose como la porción del patrimonio de la empresa declarada en concurso mercantil integrada por sus bienes y derechos, sobre la cual los acreedores reconocidos y los demás que tengan derecho pueden hacer efectivos sus créditos.
Zugasti consideró que el remate de los bienes de la aerolínea dependerá de la celeridad del propio juzgado, ya que conlleva una serie de etapas para tratar de obtener la mayor cantidad de dinero, a veces a través de subastas, un proceso que toma tiempo.
El edificio de Interjet en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México podría interesarle a otra aerolínea por el tamaño y ubicación, pero dependerá del precio de salida que fije el síndico y los avalúos.
En tanto, en el caso de los aviones rusos Suhkoi, habría que determinar si le pertenecen a la empresa y estos serían más difíciles de ser adquiridos por otra aerolínea ya que conseguir partes y refacciones es más complicado que para los Airbus o Boeing.
Zugasti señaló que incluso el propio gobierno podría adquirir bienes de Interjet para echar a andar la aerolínea de la Secretaría de la Defensa Nacional, ya que existe toda la infraestructura para operar a la brevedad.
En el caso de los acreedores, el especialista dijo que los trabajadores y el SAT son los primeros en orden para cobrar sus adeudos, y luego lo harían los demás acreedores representados por el grupo de abogados Aguilar Amilpa.
En agosto de 2022, el sindicato de Interjet informó que el Sexto Tribunal Colegiado en Materia del Trabajo del Primer Circuito negó el amparo promovido por la aerolínea contra el laudo que la condena a pagar mil 800 millones de pesos en salarios y prestaciones a trabajadores en huelga.
Esto deja la vía libre para iniciar el remate de bienes de la empresa. Mientras tanto, la Procuraduría Federal del Consumidor podría ayudar a cientos de pasajeros que no recibieron su reembolso de vuelo adquirido que fue cancelado, afirmó Zugasti.