Primero fue el derrumbe del Silicon Valley Bank (SVB), la mayor quiebra bancaria en Estados Unidos desde la crisis de 2008 y luego fueron otros dos bancos. Autoridades de la Unión Americana intervinieron para evitar un contagio a todo el sistema financiero.
El desplome del SVB hizo que las acciones de la banca cayeran en todo el mundo y que la cotización de instituciones regionales estadounidenses se hundiese, disparando temores a que pudiese derrumbarse todo el sistema.
La mañana del lunes 13 de marzo las escenas de filas a las afueras de las 17 oficinas del SVB, en California y Massachusetts, desataron el temor de una crisis de grandes magnitudes.
El SVB era un banco californiano especializado en el sector tecnológico. Ofrecía servicios financieros entre otros a start up, desde simples cuentas hasta asesoría para capitalizarse.
Se trataba del decimosexto banco en Estados Unidos, un sistema que se compone de aproximadamente 5 mil instituciones.
En México, este tipo de escenarios es poco probable, de acuerdo con Hacienda.
Ante esos temores, la Condusef detalla que en México los ahorros de al menos 41.1 millones de personas, de entre 18 y 70 años, con al menos una cuenta bancaria en alguna institución financiera, tienen una protección.
La revista Proteja su dinero, de la Condusef, explica que la quiebra de un banco puede acarrear problemas a la economía y el sistema financiero de un país.
Hay diversas causas para que eso ocurra, como mal manejo de la institución, otorgamiento de créditos cuantiosos a empresas grandes, una mala fiscalización, o si su índice de capitalización es menor a 10.5%, las autoridades pueden retirarle su licencia.
México cuenta hoy día con seis bancos con gran importancia en el sistema financiero, es decir, en caso de que alguno llegara a quebrar, podría ocasionar problemas en la economía nacional. De acuerdo con la Condusef, los más importantes en la actualidad son BBVA, Santander, CitiBanamex, Banorte, HSBC y Scotiabank.
Su importancia radica en que son los más grandes del país por número de clientes activos y deben apegarse a la regulación de contar con 10.5% como mínimo de capitalización, para garantizar que cumplirán sus obligaciones, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
La comisión explica que el dinero que se tiene depositado en bancos está protegido por un seguro de depósito, un beneficio otorgado al abrir una cuenta, el cual se encuentra administrado por el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).
El IPAB es una entidad que inició sus operaciones en 1999 y se conduce bajo la Ley de Protección al Ahorro Bancario.
Hasta este momento, se calcula que el seguro protege al menos a 99% de las cuentas bancarias.
Cuando alguna institución financiera ha entrado en liquidación, los ahorros de los cuentahabientes están protegidos hasta por lo menos 400 mil Unidades de Inversión (Udis).
Con la cotización de la Udi en 7.787256, al día de hoy, estaría cubriendo cuentas que tuvieran hasta 3 millones 114 mil 902 pesos, por lo que las personas que tengan este o un menor monto, estarían amparadas por el seguro y el IPAB les regresa su dinero.
La Condusef recuerda que el IPAB lleva a cabo el pago por persona y banco. Cuando un cuentahabiente solicita el pago del seguro, el instituto sumará todo el dinero acumulado en las cuentas y así pagar una cantidad.
Una recomendación de la comisión es que las personas cuyos ahorros superen las 400 mil Udis diversifiquen sus ahorros.
Otras reglas que tiene este seguro es que sólo puede cubrir cinco productos: cuentas de ahorro, de nómina, tarjetas de crédito, cheques y pagarés con rendimientos liquidables al vencimiento. No cubre inversiones o depósitos en aseguradoras, cajas de ahorro, sociedades financieras populares, sociedades cooperativas de ahorro y préstamos, sociedades de inversión, banca de desarrollo y casas de bolsa.