Con la eliminación de la subcontratación de personal se está prohibiendo una actividad lícita en México, y se deja abierta la puerta a las malas prácticas de contratación que evaden las responsabilidades sociales de los empleadores, advierte ManpowerGroup , empresa global especializada en subcontratación.
“Con la información que se ha hecho pública, y que no es el dictamen de la Cámara de Diputados, se permite la subcontratación especializada así como aquellos centros de servicios que no estaban contemplados en la primera revisión de iniciativa laboral, pero queda prohibida la proveeduría de subcontratación de personal; lo que necesitamos conocer ahora son las reglas de implementación, que mientras más restrictivas sean menos beneficiarán al empleo formal”, destacó la presidente de ManpowerGroup Latinoamérica, Mónica Flores.
Ante la próxima discusión de la iniciativa, el lapso de implementación, de tres meses de acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, necesita ser alargado por lo complicado que resultaría para las empresas, en especial a medianas, pequeñas y micro, adaptar sus sistemas de administración.
“Para las empresas es complicado montar todo un aparato para administrar mil, cientos o decenas de empleados porque hay que dar de alta al IMSS, tener un sistema de nómina distinto, dar soporte administrativo, hay que hacer muchas cosas que elevan los gastos de administración, particularmente para una empresa mediana o grande”, explicó Mónica Flores.
De acuerdo con cifras del Inegi, en total las empresas medianas, pequeñas y micro tienen una participación en la subcontratación del 53.2% (medianas, con una participación de 31.2%; pequeñas con 17.6% y micro con el 4.4%).
“Las Pymes van a ser muy afectadas, hoy una salida que tienen para manejar sus costos, estructura y dedicarse a su negocio es precisamente subcontratar personal; no es simple manejar el sistema de seguro social, así como todos los requerimientos legales para una relación laboral en el país, por lo que la falta de vías legales, lícitas y formales que faciliten ese proceso podrían propiciar a contratar desde la semi-formalidad o informalidad”, explicó Mónica Flores.
Para febrero de este año las organizaciones medianas, pequeñas y micro concentraron a 34.7 millones de ocupados en México. Comparado con marzo 2020, cuando se declaró la emergencia sanitaria, este tipo de empresas reportaron 36.8 millones de empleos, por lo que falta recuperar alrededor de 2.1 millones de oportunidades laborales, de acuerdo a datos del Inegi.
La presidente de ManpowerGroup detalló que en la situación crítica que se vive en el mundo, no sólo en México, en términos de economía y de generación de empleo, este cambio no abona a la generación de empleos formales. Hasta febrero, de acuerdo con datos del IMSS, hay 676 mil empleos formales menos que un año antes, y una de las prioridades es recuperar esos trabajos.
“El mundo va en sentido contrario a México, mientras el panorama internacional aboga por mayor flexibilidad para la generación de empleo formal, en nuestro contexto nacional se está restringiendo y complicando que se puedan crear trabajos formales dificultando la recuperación laboral por los estragos de la pandemia y la competitividad del país al largo plazo”, concluyó Mónica Flores.
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