Encontrar un cajero automático o una sucursal bancaria resulta ser una tarea complicada o incluso imposible en algunos Pueblos Mágicos. Te decimos cuáles carecen de estos servicios para que, si planeas visitarlos, te prevengas llevando efectivo y dejes las tarjetas en casa.
Con 19 años de existencia, el programa Pueblos Mágicos incorpora actualmente 132 localidades, donde habitan cerca de 9 millones de personas, la mayoría en situación de pobreza.
En cuatro pueblos no se tenía instalado ningún cajero a octubre del presente año, en 10 disponían de una máquina operando y en 15 sólo había dos unidades.
Sin embargo, hallar una sucursal bancaria puede ser más complicado, pues 30 Pueblos Mágicos no cuentan siquiera con un establecimiento, 21 ofrecen una sucursal y 17 tienen sólo dos.
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Sin servicios
En particular existen tres localidades donde no hay ni cajeros ni sucursales, de acuerdo con información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Michoacán destaca porque de sus nueve Pueblos Mágicos, dos no ofrecen ninguno de estos servicios. Se trata de Angangueo y Tzintzuntzan, ambos llevan ocho años portando la marca.
A un par de horas de Morelia y a tres de la Ciudad de México, Angangueo yace inmerso en lo profundo de la Sierra Madre Oriental, donde está uno de los prestigiosos santuarios que cada año elige la mariposa monarca para visitar tierras mexicanas y pintar de naranja sus azules cielos.
Otros atractivos que ostenta son el templo de la Inmaculada Concepción, la parroquia de San Simón Celador, la casa Parker y el túnel turístico San Simón.
El Pueblo Mágico de Tzintzuntzan tampoco cuenta con cajero o sucursal, pero a diferencia de Angangueo, colinda con municipios donde hay estos servicios y se ubica a una hora de Morelia.
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En el lugar descansan restos de la antigua capital del reino purépecha, donde hay cinco templos del siglo 13 erigidos sobre una terraza de bloques de piedra.
Otra comunidad donde tampoco hay cajeros ni sucursales es Batopilas, uno de los tres Pueblos Mágicos de Chihuahua, localizado en las entrañas de una de las barrancas más profundas de la Sierra Madre Occidental.
Desde la capital del estado hay que viajar 398 kilómetros que se cubren en seis horas y media por carreteras de montaña, aunque también se puede tomar el ferrocarril Chepe y hacer escala en Creel, a partir de ahí se viaja por tres horas en automóvil.
Reconocida por ser la segunda población en contar con energía eléctrica después de la Ciudad de México, Batopilas dio la nota al mundo en el siglo 18, gracias a la riqueza que brotó de sus minas. Visitar esta comunidad es volver 100 años en el tiempo.
Escasean bancos
Nombrado hace unas semanas el cuarto Pueblo Mágico de Yucatán, Maní no brinda ningún cajero a sus visitantes, aunque tiene una sucursal de HSBC.
Llamado el “Lugar donde todo pasó”, Maní es famoso por ser el epicentro de la llamada Ruta de los Conventos.
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Sólo una máquina
Hay una decena de Pueblos Mágicos que apenas tiene un cajero, lo que puede poner en aprietos a más de un turista en caso de que la máquina esté fuera de servicio o no disponga de efectivo.
Oaxaca tiene tres pueblos con sólo un cajero Santander en cada una: Capulálpam de Méndez, San Pablo Villa de Mitla y San Pedro y San Pablo Teposcolula.
Declarado el primer Pueblo Mágico del estado hace 13 años, Capulálpam de Méndez se localiza a una hora de la capital y presume una de las áreas naturales mejor conservadas, ideal para actividades ecoturísticas como escalar, disfrutar de miradores, recorridos en bicicleta, caminatas y observar los bosques de coníferas de la Sierra Juárez.
Situado también a una hora de la capital de Oaxaca e integrado al programa en 2015, San Pablo Villa de Mitla dispone del principal centro ceremonial del estado después de Monte Albán. Las cuevas prehistóricas de Yagul y Mitla fueron declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 2010.
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San Pedro y San Pablo Teposcolula también porta el distintivo de Pueblo Mágico desde hace cinco años, gracias a sus calles empedradas, leyendas, parajes, caminos y montañas, pero principalmente por los monumentos que realzan la riqueza de la cultura mixteca y que son testigos de la historia de esta localidad ubicada a una hora y media de la capital del estado.
Coahuila tiene dos localidades con apenas un cajero Afirme cada una: Candela y Guerrero, ambas recibieron la distinción en 2015.
A dos horas de Monclova y a tres de Saltillo, Candela está enclavada en el desierto y presume ser un destino para el turismo de salud y bienestar por sus aguas termales de poderes curativos por los ricos minerales y clima.
En Guerrero dio inicio la evangelización y colonización del norte de México y del sur de Estados Unidos, siendo ideal para los amantes de la historia y naturaleza, cuya ubicación está a tres horas de Monclova y a casi cinco de Saltillo.
Considerado el segundo Pueblo Mágico del país por recibir la distinción solamente después de Huasca de Ocampo, Real de Catorce dispone de apenas un cajero Banorte para cualquier turista que llegue a visitarlo.
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A tres horas y media de la capital de San Luis Potosí, esta comunidad tiene apariencia de pueblo fantasma, por un significativo número de construcciones que han quedado en el abandono y que desde algunos años se han ido recuperando para ubicar restaurantes o bares al aire libre.
Hay otras comunidades que también disponen de únicamente un cajero.
Se trata de Mineral del Chico, Hidalgo, con un Banorte; San Sebastián del Oeste, Jalisco, con un BBVA; Bustamante, Nuevo León, con un Banorte; y Zozocolco, Veracruz, con un Banorte.
Sin sucursal
Existen 30 Pueblos Mágicos que no cuentan con ninguna sucursal bancaria. Oaxaca concentra a cinco localidades: Capulálpam de Méndez, Mazunte, San Pablo Villa de Mitla, San Pedro y San Pablo Teposcolula, y Santa Catarina Juquila.
Le sigue Coahuila con cuatro: Viesca, Candela, Guerrero y Cuatro Ciénegas. Sigue Michoacán donde Cuitzeo, Angangueo y Tzintzuntzan no disponen de ni siquiera un establecimiento.
En Aguascalientes no hay en dos: Real de Asientos y José de Gracia; en Chihuahua, Batopilas y Casas Grandes; en Hidalgo, Real del Monte y Mineral del Chico, y en San Luis Potosí, Real de Catorce y Aquismón.
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Tampoco hay ninguna sucursal en las localidades de Palizada, Campeche; Comala, Colima; Mapimí, Durango; San Sebastián del Oeste, Jalisco; Tonatico, Estado de México; Jala, Nayarit; Pahuatlán, Puebla; San Joaquín, Querétaro; Tula, Tamaulipas, y Zozocolco, Veracruz.
Mayor alcance
En contraste con la poca o nula infraestructura bancaria en algunos pueblos, hay otros con una oferta de servicios financieros que rivaliza con ciudades.
Todos Santos es la localidad que dispone del mayor número de cajeros cercanos, debido a que se localiza en el municipio sudcaliforniano de La Paz, donde hay un total de 233 máquinas instaladas: 46 de BBVA; 46, HSBC; 35, CitiBanamex; 33 de Banorte; 33, Santander, y el resto corresponde a otras instituciones.
Situado sobre una meseta en las faldas de la Sierra de la Laguna, la localidad se asoma al océano Pacífico entre el verdor de los sembradíos, los palmares y los cañaverales del Valle del Pilar, cuya incorporación al programa Pueblos Mágicos se dio hace 14 años.
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Entre más facilidades tienen los turistas para acceder al dinero, mayor es su gasto y la derrama económica en el destino, explica Luis Araiza, secretario de Turismo, Economía y Sustentabilidad de Baja California Sur.
“Las secretarías de Turismo de cada estado deben pugnar para que los turistas tengan las facilidades necesarias. Entre más comodidades haya en un Pueblo Mágico, lógicamente podrá ser mayormente explotado y tendrá más éxito”, dice el funcionario en entrevista con EL UNIVERSAL.
El programa Pueblos Mágicos establece criterios específicos de incorporación y permanencia, los cuales se encuentran publicados en el Diario Oficial de la Federación (DOF), pero ninguno señala la necesidad de mínimo un cajero automático.