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La posibilidad de un pronto arreglo con las cuatro compañías privadas con contratos de ductos de gas natural va a profundizar la dependencia de México con el exterior, pero en especial lo va convertir en la única economía del mundo que requerirá en más de 90% del suministro de un solo país, en este caso de Estados Unidos.
De acuerdo con Alma América Porres, comisionada de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), a junio de este año, “más de 90% de las importaciones de México provienen de Estados Unidos”.
En su prospectiva de la producción nacional de gas natural, la funcionaria subraya que entre los países con alto requerimiento externo de este hidrocarburo, México “es el que depende en mayor proporción de un solo país”.
Otras economías con alta dependencia como Francia, Japón, España, Alemania, Italia y Turquía, importan como máximo hasta 53% de un solo país.
En México, más de la mitad (54%) de la electricidad se genera con gas natural, lo que no ocurre en otras economías importadoras:
En Italia es 45%; en Turquía, 33%; en Alemania, 13%; en España, 19%; en Japón, 39%, y en Francia, 6%.
Actualmente, la creciente demanda interna del país se atiende con importaciones, dado el enorme déficit de gas estimado.
De esta forma, la probable reactivación de los gasoductos de Grupo Carso, Fermaca, IEnova y TC Energy, elevará más las compras provenientes de Estados Unidos, dado que las cuatro empresas tienen contratos con la CFE para desarrollar 3 mil 300 kilómetros de gasoductos para transportar gas de la Unión Americana a México.
La capacidad de transporte de la infraestructura supera los 6 mil millones de pies cúbicos por día.
De paso, el arreglo permitirá que los productores de gas estadounidenses tengan una puerta de salida a sus excedentes.
En mayo de este año, el Departamento de Energía de Estados Unidos destacó la importancia de la expansión del sistema de gasoductos en México.
El gobierno estadounidense tenía previsto y mapeada la estrategia del gobierno mexicano de “duplicar la capacidad de transporte del hidrocarburo vía ducto a partir de 2019”.
La Energy Information Administracion (EIA, por sus siglas en inglés) sostuvo en el informe que Estados Unidos ha sido un exportador neto de gas natural durante más de 12 meses consecutivos y que “la Secretaría de Energía de México (Sener) espera aumentar el uso de ese hidrocarburo para la generación de energía eléctrica en casi 50% entre 2016 y 2020”.
Los analistas de ese organismo dependiente del Departamento de Energía estadounidense señalaron que la red nacional de gasoductos está experimentado una importante expansión.
Detallaron que las exportaciones de gas natural por gasoducto se envían a Canadá y México, pero en el primer caso se tratan de ventas estacionales —aumentando en los meses de invierno por su uso como combustible de calefacción en sus provincias orientales más pobladas—, en tanto que las ventas reflejan la enorme necesidad que se tiene la generación de electricidad y para fines industriales.
“Las exportaciones estadounidenses de gas natural a México en 2018 promediaron 5 mil 200 millones de pies cúbicos diarios, volumen por encima de los 4 mil 200 millones exportados en 2017”, de acuerdo con el reporte.
Gran parte del crecimiento reciente, añade, se atribuye al aumento de exportaciones de la Cuenca Pérmica, en el Oeste de Texas, a medida que se instalaron nuevas tuberías y cuando proyectos de plantas de energía de uso intensivo de este tipo de combustible entraron en servicio en México.
Y adelantaban de “expansiones de ductos al sur de Texas durante los últimos 12 meses, aumentando la capacidad fronteriza”, lo que no ocurrió porque la CFE y las constructoras entraron en litigio.