Mérida, Yucatán.— Expertos y funcionarios coincidieron en que el gobierno federal debe suavizar los cuantiosos estímulos que está destinando para frenar la carestía de las gasolinas.
“Tienes que dejar que aumenten un poco los precios, porque aunque todos dicen que los precios están por los cielos, en Estados Unidos aunque el precio ya está en cinco dólares por galón, la gente sigue consumiendo”, opinó Gonzalo Monroy, especialista del sector energético y director de la firma consultora GMEC.
“En el caso mexicano, por el subsidio, no ha bajado la demanda y como no baja la demanda, tienes que seguir importando y como sigues importado, te va a doler en la hacienda pública y en las utilidades de Petróleos Mexicanos (Pemex)”, agregó.
Explicó que, cada día que pasa, mantener los precios subsidiados le está costando al gobierno federal miles de millones de pesos, de modo que “soltarlos un poco puede ser una alternativa viable, quizá costosa políticamente, pero es una solución”.
Desde su punto de vista, el barril de petróleo puede llegar a un máximo histórico de 150 dólares en julio, lo que traería mayores precios de las gasolinas.
Consultada al respecto, la senadora panista Xóchitl Gálvez dijo que el gobierno federal va a tener que dejar de subsidiar las gasolinas, “está obligado a hacerlo”, porque seguir representa un quebranto no sólo para las finanzas públicas, sino para Pemex.
“Yo daría subsidios muy focalizados en materia de gasolinas y no generalizados, es decir, el que pueda pagar más por la gasolina que pague más”, puntualizó.
El expresidente de la Onexpo Nacional, Roberto Díaz de León, indicó que soltar precios “no parece viable, porque está funcionando el esquema de estímulos fiscales, pero los recursos que le tiene que seguir destinando el gobierno son importantes”.
No obstante, aceptó que suavizar los estímulos hace sentido, por lo que sí se podría llevar a cabo.
Alejandro Montufar, director ejecutivo de la firma especializada en seguimiento de precios PetroIntelligence, comentó que la suma de ambos estímulos, para la gasolina regular y Premium, es de 11.67 pesos por litro. En el caso del diesel llega a 12.16 pesos.
Es decir, los precios que estamos pagando en la calle son menores a lo que valen las gasolinas en este momento.
Desde su perspectiva, si no existieran los estímulos fiscales, los mexicanos estarían pagando, en el caso de la gasolina regular 34.13 pesos por litro, en lugar 21.27 pesos que es el promedio nacional actual; en cuanto a la premium, en vez de 23.77 tendría que ser 35.44 pesos; y en el caso del diesel, el precio real sería de 35.50 pesos y no 23.41.
Este miércoles, EL UNIVERSAL publicó que el gobierno federal subsidia siete pesos por cada litro de gasolina como esquema para evitar que se disparen los precios de los combustibles automotores en el país.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) reveló que, entre enero y mayo de este año, el subsidio a gasolinas costó 88 mil 241 millones de pesos y se espera que, para todo 2022, el monto suba a 350 mil millones o más.
Por los estímulos, México se encuentra entre los países con las gasolinas más baratas de América Latina, cuyo precio promedio, tanto de la regular como la premium, fue de 23.55 pesos al 13 de junio pasado, según datos recabados por Global Petrol Prices.
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