La productividad laboral de la economía mexicana retrocedió entre julio y septiembre de este año, para sumar cinco trimestres a la baja, de acuerdo con el Inegi.

El Índice Global de Productividad Laboral de la Economía por hora trabajada, que resulta de la relación entre el Producto Interno Bruto (PIB) y el factor trabajo de todas las unidades productivas, registró un nivel de 96.6 puntos en el tercer trimestre.

Tres meses antes, entre abril y junio, el indicador se ubicó en 98.6 puntos, lo que significa una caída de 2% al descontar la inflación y estacionalidad.

“Con estos resultados la productividad agregada de la economía acumuló cinco trimestres con contracción a tasa trimestral y, de manera general, muestra una tendencia a la baja desde 2018”, destacaron analistas de CitiBanamex.

Por sector, la productividad en las actividades agropecuarias aumentó 1.5%, mientras en los servicios retrocedió 3.6% y en la industria descendió 0.2%.

Por otra parte, el Índice de Productividad Laboral, definido como el cociente entre el índice del valor real de la producción y el índice de horas trabajadas, o el personal ocupado.

Considerando las horas trabajadas en las empresas de la construcción, el indicador de productividad se incrementó 3%; por su parte, en los establecimientos de las industrias manufactureras cayó 1% entre julio y septiembre.

En las actividades relacionadas con servicios, las cuales aportan dos terceras partes de la economía, la productividad laboral creció 10.4% en las empresas de servicios privados no financieros y 1.8% en las de comercio al por mayor, mientras en las de comercio minorista disminuyó 0.3%.

El Índice del Costo Unitario de la Mano de Obra es un indicador complementario al de productividad laboral, el cual resulta de relacionar el costo por unidad de insumo laboral con la medida de la productividad laboral.

En las empresas de servicios privados no financieros, este índice presentó una caída de 12.8%; en las de la construcción se redujo 6.4%; en las de comercio al mayoreo retrocedió 3.5%; en los establecimientos manufactureros disminuyó 0.7% y en las empresas de comercio minorista descendió 0.2% entre julio y septiembre de este año frente al trimestre inmediato anterior.

Con la llegada de la pandemia, el empleo remoto se instaló en las casas y ha hecho visible que para realizarlo no basta un dispositivo e internet, sino un adecuado espacio de trabajo, lo que repercute en la productividad de los trabajadores, indica un reporte de Comunal Coworking.

La privacidad, un lugar para tomar un break, iluminación natural y artificial son indispensables para el espacio de trabajo, por eso, sugiere la posibilidad de laborar en un esquema híbrido.

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