En septiembre se fabricaron 13 mil 523 vehículos pesados en el país que, en comparación con las 16 mil 942 unidades fabricadas durante el mismo mes de 2019, representan una disminución de 20%, de acuerdo con cifras de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT).
La producción acumulada de enero a septiembre alcanzó un total de 97 mil 490 vehículos pesados, 39% menos respecto a las 160 mil 149 unidades producidas en el mismo periodo de 2019.
“La industria productora de vehículos pesados es un termómetro de la industria del transporte, y hoy las cifras indican que la recuperación del sector está lejos de concretarse”, dijo Miguel Elizalde, presidente Ejecutivo de la ANPACT.
“Hay que encender el motor del mercado interno para que la producción no dependa únicamente de las exportaciones”.
Las exportaciones realizadas durante septiembre tuvieron una caída de 15%, al registrar un total de 12 mil 139 vehículos pesados, 2 mil 239 unidades menos que las enviadas al extranjero durante septiembre de 2019.
Los envíos hacia Estados Unidos aumentaron 8.8% respecto a agosto, mientras que hacia Canadá crecieron 13%, debido a una mayor demanda de vehículos de reparto y distribución.
En cambio, en el caso de Colombia, tercer destino de exportación más importante para la industria de vehículos pesados, se registró una caída de 5%.
Las exportaciones acumuladas totalizaron 82 mil 304 unidades que, comparadas con las 133 mil 597 del mismo periodo del año pasado, representan una caída de 38%.
En cuanto a ventas al mayoreo, es decir, las que hacen los fabricantes a los distribuidores, ANPACT reportó una caída de 23%, con la colocación de 2 mil 59 unidades. En el acumulado de enero a septiembre, las ventas al mayoreo de vehículos pesados llevan una caída de 49%, a un total de 15 mil 970 unidades.
“Para fortalecer al sector transporte resulta crítico establecer medidas y recursos que respalden a las pequeñas y medianas empresas del autotransporte.
“Contar con recursos en el presupuesto de 2021 para la renovación vehicular generaría efectos inmediatos, contribuyendo a una recuperación económica transversal en todos los sectores y generando efectos positivos de largo aliento en medio ambiente y seguridad vial”, comentó Elizalde.