La producción automotriz en el país es víctima de la escasez de semiconductores. Debido a ello, el mes pasado se fabricaron 221 mil 843 vehículos ligeros, 26% menos que en julio de 2020, mostraron cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Volkswagen reportó una disminución de 52% en sus niveles de producción debido a que realizó paros programados en la planta de Puebla debido a la falta de semiconductores. General Motors (GM) registró una caída similar en producción, con una baja de 53% en unidades fabricadas respecto a julio de 2020.
La planta de San Luis Potosí entró en paro técnico desde mediados de julio y reanudará actividades hasta el 23 de agosto.
GM fabrica en San Luis Potosí los vehículos Chevrolet Onix, Chevrolet Equinox y GMC Terrain, los cuales también se han visto afectados por la escasez de semiconductores. La planta de GM en Silao, Guanajuato, donde se fabrican la Chevrolet Silverado 1500, Cheyenne y la GMC Sierra 1500, también suspendió la producción de esos modelos en la última semana de julio.
Ford también reportó una disminución de 47% en su producción de vehículos.
Su planta de Hermosillo, donde se fabrica la pick up Maverick, operó a un solo turno durante la semana del 12 al 19 de julio.
A pesar de estas reducciones, en el acumulado enero-julio la producción automotriz se ubicó en un millón 817 mil 544 unidades, es decir, 20% por arriba del mismo periodo de 2020.
La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) estima que será hasta finales de año cuando se regularice el suministro de semiconductores a nivel mundial. América del Norte es de las regiones más afectadas por ese problema.
Los semiconductores están escasos desde finales de 2020, debido a que los principales productores ubicados en Taiwán tienen pedidos comprometidos con los fabricantes de computadoras, tabletas y teléfonos celulares, dejando rezagada a la industria automotriz.
Ante la escasez de semiconductores, la industria automotriz está priorizando la fabricación de SUVs y pick ups, en lugar de vehículos compactos y subcompactos, lo que está ocasionando un encarecimiento de los vehículos en México y poco inventario de modelos.
Este año, Toyota descontinuó el modelo Yaris del mercado mexicano, Honda dejó de comercializar el Fit y General Motors ya no comercializará los modelos Beat y Spark.