La cancelación de la planta de Ford en San Luis Potosí, un menor volumen de ventas en el mercado interno y la incertidumbre que provoca la ratificación del T-MEC provocará que México no fabrique 5 millones de autos hasta 2023 o 2024, indican estimaciones de Deloitte.
La industria automotriz mexicana tenía un pronóstico de 5 millones de vehículos fabricados en 2020, pero este año se fabricarán poco menos de 4 millones de vehículos.
“Esa expectativa de posicionarnos en el quinto lugar mundial de manufactura de vehículos no se va a lograr. No hay augurios de que se logre a menos que con el T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá) y dando más incentivos para la operación de nuevas plantas automotrices, quizá las chinas, o atraer nuevos proveedores”, dijo Alberto Torrijos, socio líder de Automotriz de Deloitte.
Por lo tanto, la firma considera que habrá un estancamiento de la manufactura automotriz en los próximos años, pese a que algunas armadoras ya invierten en la fabricación de vehículos eléctricos que se estima, serán los de mayor demanda en los próximos años.
Para 2020, Deloitte proyecta que la producción y exportación automotriz se mantendrá en los mismos niveles que este año, pero la meta de llegar a 5 millones de unidades se alcanzará hasta 2023 o 2024.
Manuel Nieblas, socio líder de Productos Industriales y Manufactura de Deloitte, agregó que los cambios referentes al contenido regional contemplados en el T-MEC promoverán el desarrollo de proveedores locales de autopartes y esto abrirá una ventana para que crezca esta parte del sector.
Sin embargo, por el momento los niveles de producción y capacidad utilizada en el país no están a 100%. Además, en los últimos meses hubo paros técnicos en algunas armadoras como General Motors y Ford, los cuales ocasionaron una disminución de la producción.
Deloitte presentó el estudio El Consumidor Automotriz Global donde encontró que 58% de las personas en México aún desea comprar un auto, especialmente un sedán cuatro puertas y camioneta SUV.
Sin embargo, las armadoras necesitan mejores estrategias de financiamiento, ya que los consumidores buscan incentivos o descuentos para decidir la compra de un auto.