Las condiciones económicas del país tienen mayor impacto sobre el sistema bancario que la incertidumbre política del proceso electoral, indicó Fitch Ratings.
De acuerdo con la calificadora, en general, los períodos de elecciones presidenciales han tenido un impacto limitado en el desempeño financiero y el crecimiento crediticio de la industria bancaria mexicana, ya que el país ha experimentado un período prolongado de estabilidad macroeconómica.
“Esperamos que la industria bancaria enfrente circunstancias similares durante el período de elecciones presidenciales de 2024. No esperamos perturbaciones significativas en el desempeño financiero de los bancos ni en el crecimiento del crédito, ya que las expectativas actuales apuntan a una transición presidencial ordenada y sin contratiempos, independientemente del resultado electoral”; explicó.
Fitch Ratings resaltó que todos los partidos se han comprometido a apoyar la inversión del sector privado y proporcionar estabilidad macroeconómica al país.
Sin embargo, cambios disruptivos en la política económica que afecten el crecimiento y la confianza de la inversión podrían resultar en un entorno operativo más débil y presionar el desempeño financiero de los bancos mexicanos. Las posibles implicaciones serán más evidentes una vez que se determinen los candidatos finales y sus respectivas plataformas políticas.
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Fitch Ratings explicó que durante los primeros años de las administraciones de Vicente Fox y Andrés Manuel López Obrador el sistema bancario mexicano experimentó un menor crecimiento crediticio, aunque sin ningún deterioro material del perfil financiero.
Ambos presidentes fueron considerados políticamente disruptivos, ya que la administración Fox marcó el final de 71 años de control del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la presidencia, mientras que AMLO fue el primer presidente explícitamente de un partido de izquierda en la historia política contemporánea de México”, dijo.
Así, resaltó que el desempeño de los bancos mexicanos suele tener una relación más fuerte con la economía en general que las campañas de los partidos políticos o los períodos electorales.
Los acontecimientos históricos que han presionado materialmente el desempeño bancario incluyen la crisis del tequila de 1994-1995, la crisis financiera mundial de 2008, la caída del precio del petróleo entre 2014 y 2016 y la pandemia de Covid-19, donde todos provocaron un entorno económico más débil.
“Estos eventos afectaron negativamente la inversión fija bruta de los sectores público y privado, el consumo privado interno, la inclusión financiera, las tasas de interés y/o la inflación, todos los cuales son impulsores clave del desempeño financiero y el crecimiento crediticio de los bancos mexicanos. La inversión fija bruta y el consumo privado pesan mucho sobre el desempeño del PIB de México”, dijo.
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La firma añadió que el período de 1982 a 2024 comprende siete mandatos presidenciales de seis años, incluidos tres cambios de partido político en 2000, 2012 y 2018. Así, durante los primeros años de AMLO como presidente en 2019, el desempeño de la mayoría de los bancos mexicanos se mantuvo acorde con las calificaciones asignadas.
“Sin embargo, el crecimiento nominal anual del crédito cayó casi dos tercios en 2019, a 4.3%, desde 11.7% en 2018, y por debajo de un promedio de seis años de 11.1% durante la administración anterior del presidente Enrique Peña Nieto, reflejando en parte la incertidumbre política”, dijo.
Añadió que la pandemia también tuvo un efecto negativo en la economía durante el mandato presidencial de AMLO. Con la excepción del mandato de Vicente Fox, el crecimiento económico y el consiguiente crecimiento del crédito han sido menores que durante los mandatos de los presidentes anteriores en los últimos 20 años.
“El crecimiento del crédito durante los primeros cuatro años de AMLO promedió 4.8%, frente a un promedio de 1.1% durante el mismo período bajo la administración Fox, impulsado por una recuperación económica pospandemia más rápida durante 2021-2022. El ruido político bajo el gobierno de AMLO, que afectó la confianza en la inversión, y el impacto de la pandemia en el crecimiento del PIB fueron los principales impulsores del débil crecimiento del crédito durante el mandato de AMLO hasta el momento, y no durante el ciclo electoral de 2018”, añadió.
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