sara.cantera@eluniversal.com.mx
La opción de habilitar la base militar aérea de Santa Lucía como una terminal complementaria al actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) sería una solución de corto plazo, porque se saturaría dentro de cinco u ocho años.
En cambio, el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) que actualmente se construye en la zona de Texcoco, está planeado para operar 30 o 40 años.
En conferencia de prensa, el Colegio de Pilotos Aviadores de México, el Colegio de Controladores de Tránsito Aéreo, el Colegio de Ingenieros Mexicanos en Aeronáutica y la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero), se manifestaron a favor de la construcción del NAIM en Texcoco, porque representa la mejor opción a largo plazo.
Rodrigo Pérez-Alonso, director de la Canaero, aseguró que Santa Lucía sería una opción de aeropuerto a corto plazo.
“Si no tenemos una infraestructura adecuada [para la aviación], que tenga esa visión de largo plazo, al final lo que va a pasar es que Santa Lucía va a ser una visión de corto plazo que va a poner un parche en un tema que debe ser de largo plazo”, indicó el funcionario.
Además, el costo de operación para las aerolíneas sería menor en Texcoco que en el actual AICM.
La Canaero detalló que el costo por pasajero para las aerolíneas de operar en el AICM es de 6.28 dólares, pero en Texcoco será de 4.91 dólares, es decir, será más bajo.
El aeropuerto de Santa Lucía podría incrementar a 800 mil operaciones al año el actual AICM, 30% más de la capacidad actual.
En cambio, el nuevo aeropuerto en Texcoco multiplicaría 200% las operaciones anuales, de acuerdo con el Colegio de Ingenieros Mexicanos en Aeronáutica.
Actualmente, el AICM realiza 68 operaciones por hora, es decir, mil 600 operaciones (despegue o aterrizaje) al día.
Puntos en contra. Otra desventaja de habilitar Santa Lucía como aeropuerto alterno es que habría que adquirir terrenos adicionales para alargar las pistas y remover a 7 mil familias de los militares establecidas en los alrededores, así como a elementos de la Fuerza Aérea.
Santa Lucía no permitiría la operación de aviones más grandes como el Airbus 380 y los Boeing 787, los cuales requieren pistas de cuatro y cinco kilómetros de largo.
Sobre la posibilidad de que la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) considere que sí es viable la operación simultánea de Santa Lucía junto con el AICM, el Colegio de Ingenieros Mexicanos en Aeronáutica dijo que seguramente el dictamen será que sí es posible operar de manera simultánea los dos aeropuertos, aunque contará con alguna restricción.
No obstante, utilizar los aeropuertos de Toluca, Querétaro o Puebla como auxiliares tampoco es viable, porque las aerolíneas tendrían que tener una base de operación en todos esos aeropuertos.
“No es viable decir que puedan estar operando Querétaro y otros aeropuertos para darle servicio a la Ciudad de México”, dijo Heriberto Salazar, presidente del Colegio de Pilotos Aviadores de México.
Salazar detalló que cuando se utilizó el aeropuerto de Toluca como una alternativa para aliviar la saturación del AICM, fue más costoso para las aerolíneas por la altura.
“Pueden despegar pero con menos capacidad de carga y es menos negocio para la aerolínea”, explicó.
El Colegio de Pilotos Aviadores de México destacó que la información presentada por el equipo del presidente electo Andrés Manuel López Obrador es escasa y no satisface los requerimientos mínimos para su análisis: no especifica el ancho de las pistas, no proporciona información referente a los tipos de aviones y tampoco tiene disponible un estudio de impacto ambiental.