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El potencial de venta de autos nuevos en México se ha visto disminuido a causa del entorno económico complicado.

Después de que en 2016 se vendieron 1.6 millones de nuevas unidades, el volumen más alto en la historia, en 2017 el total bajó a 1.5 millones. Desde junio de 2017 las ventas comenzaron a caer mes con mes.

Ante esa tendencia, la firma JATO Latinoamérica estima que se venderán 1.5 millones de autos nuevos hasta 2022 y 2 millones a partir de 2027.

Para detonar la compra de un mayor volumen de vehículos nuevos se requiere impulsar el crédito, pues 68% de las ventas totales de autos son a través de algún tipo de financiamiento.

Sin embargo, el incremento de las tasas de interés y la pérdida de poder adquisitivo de la población han disminuido la colocación de crédito para un auto.

“El impulso de las ventas a principios de año por el incremento al salario mínimo se ha desvanecido. Una desaceleración en vista de un crecimiento moderado de la economía se ha magnificado por la incertidumbre política”, dijo Scotiabank.

“El breve indulto de Estados Unidos a la imposición de aranceles tuvo un ligero impacto en las ventas, y el deterioro de la calidad crediticia del país por las principales calificadoras seguirá erosionando la confianza del consumidor, todo aunado a condiciones financieras más apretadas, por lo que el declive en las ventas de autos seguirá”.

Para este año, los distribuidores esperan comercializar un millón 358 mil vehículos nuevos. En el primer semestre se facturaron 638 mil 597, el volumen más bajo para un periodo similar en los últimos cuatro años, de acuerdo con el Inegi.

Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), dijo que esta situación se debe al endeudamiento y baja capacidad de compra de los consumidores de menores ingresos, además de la desconfianza ante el panorama económico y político del país.

“El declive iniciado en junio de 2017 se acentúa al cierre del primer semestre de 2019, y se prevé que esta condición persista en el segundo semestre”, anticipó.

AMDA agregó que el estancamiento en la inversión, el subejercicio del gasto público, así como la desaceleración de la creación de empleo son factores que han generado un clima adverso para la venta de autos, por lo que se espera una disminución de 6% en las compras este año.

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