Los mexicanos y en general la actividad productiva consumirá en los próximos años menos energía eléctrica de la que se acostumbraba hasta antes de la pandemia del Covid-19, advirtió la Secretaría de Energía (Sener).

La dependencia moderó las expectativas de consumo bruto y demanda máxima de energía eléctrica en el país para los siguientes 15 años por los efectos de la crisis sanitaria, si persiste en corto y mediano plazos.

En la actualización del Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) 2020-2034, que incluye los efectos de la crisis sanitaria, la dependencia pronostica que el crecimiento de la economía medido en términos del Producto Interno Bruto (PIB) para efectos de planeación del sector se ajustó de 2.8% a 2.7%, en comparación con lo previsto el año pasado, considerando el “elevado nivel de incertidumbre por la complejidad de la situación de la epidemia y la volatilidad del petróleo, lo que dificulta establecer un pronóstico puntual de crecimiento”.

Ese porcentaje de crecimiento para la economía mexicana está incluso debajo de lo previsto por el Banco Mundial y el Banxico, que el pasado 8 de enero estimaron en 3.7% y 3.3%, cada uno.

Para la dependencia encargada de la política energética de México, el consumo bruto de electricidad se reducirá en promedio de 2.7% a 2.5%, mientras la demanda máxima bajará de 2.8% a 2.6% en el escenario de planeación previsto por el gobierno.

El ajuste previsto en el documento presentado este lunes, parte de la base de la “consecuencia del menor dinamismo económico ante el impacto de la pandemia por el Covid-19”, que al igual que en el resto del mundo se ha visto afectado por órdenes de “quedarse en casa”, lo que redujo la demanda de productos, transporte y servicios de energía.

Agrega que la suspensión de actividades no esenciales, con la finalidad de mitigar la dispersión y transmisión del virus SARSCoV-2 en la comunidad, para disminuir la carga de enfermedad, sus complicaciones y la muerte por Covid-19 en la población en el país, “ocasionó que el consumo de electricidad bajara considerablemente y el histórico registrado saliera del contexto y proyecciones planeadas”.

El Prodesen subraya que la pandemia de Covid- 19 “representa un desequilibrio sin precedentes de la economía y el comercio mundial, ya que provoca una contracción de la producción y el consumo a escala global”.

Cita que, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Informe Especial Covid-19, Cepal, abril, 2020), hay tres grupos de sectores con pesos muy diferentes en el PIB que se verían afectados por las medidas de contención.

Los menos afectados serían agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, y los más afectados son el comercio al por mayor y al por menor, reparación de bienes, hoteles, restaurantes, transporte, comunicaciones y servicios en general.

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