El Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) estima que la economía nacional tuvo un crecimiento de apenas 0.1% durante mayo con respecto a abril, cuando calculó un avance de 0.8% al restar la inflación.

“Con ello, el dinamismo local tomaría una pausa ante las complicaciones que experimentaron las cadenas globales de valor por la guerra en Europa del Este y los confinamientos en China, aunque también es posible que las altas lecturas de inflación están generando una erosión en las bases del consumo”, comentó Daniel Arias, analista económico de Monex.

De confirmarse la estimación, la actividad económica durante mayo habría alcanzado su máximo nivel posterior a la pandemia, pero todavía se encontraría 1.9% por debajo de su nivel anterior a la crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus.

Se observa una desaceleración tanto de la industria —la cual aporta una tercera parte de la producción nacional y está más ligada con el comercio exterior—, como de los servicios, que contribuyen con dos terceras partes de la economía y están asociados al consumo de los hogares en el país, opinó el expresidente del Inegi, Julio Santaella, en su cuenta de Twitter.

En particular, la industria habría crecido 0.2% durante mayo, después de que en abril se observó un incremento de 1.0%. Por su parte, los servicios pudieron expandirse únicamente 0.1% tras crecer 1% un mes antes.

Las implicaciones de la desaceleración, no obstante, serían más significativas para los servicios, puesto que mantienen un rezago de 2.7% frente a sus niveles previos a la pandemia y es posible que la tendencia se vea aún más afectada durante junio por el repunte de casos de coronavirus en el país, destacó Daniel Arias.

“Los servicios se encuentran estancados, la industria es el único factor significativo positivo: lamentablemente las manufacturas globales anuncian su desaceleración en el segundo semestre”, comentó, José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic).

Aunque el clima que prevalece es negativo y, por lo tanto, la reacción ante el dato del IOAE pudiera tener un sesgo pesimista, es importante notar que el desempeño acumulado por la economía mexicana en 2022 ha sorprendido favorablemente, opinó el especialista de Monex.

No obstante, el riesgo yace en la tendencia que se está manifestando, pues parece que la debilidad en el crecimiento será el tono del segundo semestre del año, agregó Arias.

Considerando estos datos, y los indicadores de alta frecuencia disponibles para el mes de junio, analistas de CitiBanamex anticipan que el Producto Interno Bruto (PIB) creció 0.3% entre abril y junio de este año, luego del incremento de 1.0% registrado de enero a marzo pasado.

Desde su perspectiva, la economía mexicana va a expandirse 1.5% este año y 1.8% durante 2023. Ambas proyecciones se encuentran por debajo del consenso de su propia encuesta de expectativas.

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