Para 2024, se espera que el 10% del mercado mundial de prendas de vestir esté compuesto por prendas de segunda mano, de acuerdo con GoTrendier.
“La reventa está emergiendo como una fuerza impulsora en la industria de la moda, desafiando paradigmas y redefiniendo el concepto de consumo”, destaca el reporte 2024 de sostenibilidad de la firma.
GoTrendier resaltó que el mercado de ropa de segunda mano experimentó un fuerte crecimiento de 28% en 2022, tendencia que se mantiene en crecimiento en la mayoría de los mercados emergentes.
En el caso de Norteamérica, el documento resalta que el mercado de moda de segunda mano crecerá 8 veces más rápido que el mercado de ropa en general.
A nivel mundial, se espera que el mercado de ropa usada casi se duplique para 2027, alcanzando los 350 mil millones de dólares. El documento resalta que este crecimiento es significativamente más rápido que el del mercado global de ropa en general.
En Norteamérica, el mercado de moda de segunda mano crecerá ocho veces más rápido que el mercado de ropa en general, mientras que en Sudamérica el crecimiento será cuatro veces mayor.
En el caso de México y Colombia, la plataforma GoTrendier ha publicado más de 32 millones de prendas en ambos países.
En específico, en México, se han publicado más de 24 millones de prendas desde 2016 hasta 2023, con lo que se prevé que, para finales de 2024, habrá 600 mil nuevos usuarios comprando ropa de segunda mano en ambos países.
En 2023, las vendedoras en Colombia ganaron aproximadamente 7 millones de dólares vendiendo ropa usada, mientras que en México las ganancias alcanzaron casi 20 millones de dólares.
El análisis resalta que el comercio de moda de segunda mano online, conocido como ‘recommerce’, está superando todas las expectativas, con lo que se proyecta que este sector superará al fast fashion en términos de tamaño de mercado para 2029 a 2030. Este cambio está impulsando un giro notable en los hábitos de consumo, favoreciendo opciones más sostenibles.
El informe resaltó que el consumo de ropa de segunda mano no solo se debe al ahorro económico, sino también a una creciente conciencia de sostenibilidad.
Así, las generaciones más jóvenes, como los Millennials y la Generación Z, están liderando esta tendencia, contrarrestando el modelo de consumo rápido del fast fashion y promoviendo la reutilización y la reducción de desechos textiles.