Dos de cada cinco (41%) organizaciones prevén algún tipo de dificultad en la implementación de la modalidad de trabajo a distancia (home office) con la nueva legislación una vez terminada la pandemia, de acuerdo con los resultados de la Encuesta de Teletrabajo de Mercer.
La consultora especializada en capital humano dijo que entre las dificultadas expresadas figuran aspectos culturales que limitan la implementación del teletrabajo (52%), afectación del ambiente familiar de los colaboradores (36%), gestión del desempeño (40%) y la aceptación de los líderes (46%).
Con respecto a la obligación de empleadores de cubrir costos de luz, la encuesta señala que el monto estimado promedio por colaborador bajo esta modalidad para el otorgamiento de auxilio para gasto de electricidad después de la pandemia será de 150 pesos en promedio.
En tanto, que el monto mensual estimado promedio por colaborador para el otorgamiento de auxilio para gasto de internet a teletrabajadores será de 192.50 pesos, dijo Claudia Rodríguez, líder de Productos de Información de Mercer México.
Entre otros hallazgos de la encuesta, 45% de las empresas han implementado algún esquema de teletrabajo, mientras que 37% no cuentan con él, pero están en proceso de implementarlo.
El restante 18% señala que no tiene planes de poner en práctica la modalidad.
Los principales motivos y propósitos del negocio para implementar esta forma de trabajo son diversos: 73% busca ofrecer un mejor esquema de flexibilidad al empleado y 60% señala que una de las razones es anticiparse a los diferentes esquemas de trabajo ante futuras crisis y contingencias.
Además, 55% lo hace también para alinearse con las tendencias del mercado, mientras que 43% manifiesta notar un impacto positivo en el negocio por incremento de productividad y desea mantener estas estrategias. El arranque de 2021 en México trae cambios en la manera como se otorgando la compensación total y las herramientas de trabajo, ante la modalidad forzosa de trabajo remoto que ha llegado para quedarse, dijo Melissa Mata, líder de la Práctica de Compensaciones Ejecutivas en Mercer México.
“Los beneficios que anteriormente se brindaban como un valor agregado para los esquemas de trabajo presenciales ahora se están viendo retados ante nuevas condiciones de ley, con herramientas altamente necesarias en un entorno de trabajo a distancia que, posterior a la pandemia, prevé mantenerse”, destacó.
Por ello, agregó, “la propuesta de valor de las organizaciones debe hablarle a los intereses y necesidades de dichas poblaciones, repensando y diversificando los beneficios tradicionales como vales de despensa, ticket de restaurante, comedor, auto asignado, entre otros”.
Con relación al otorgamiento de herramientas para este tipo de trabajadores, 73% proporcionará silla ergonómica y monitor; 72% mouse; 70% teclado y sólo 18% escritorio.
En cuanto a implementar una política más rigurosa para el cuidado y seguridad de la información para aquellos que trabajen en la modalidad de teletrabajo, 36% de las organizaciones prevé iniciar acciones al respecto, mientras que 64% no lo hará.
“Mucho hemos hablado de la necesidad de reinventar el negocio, por lo que en definitiva el teletrabajo es una herramienta transformacional que llegó para quedarse”, destacó André Maxnuk, CEO de Mercer México y Líder de América Latina.
“Como líderes debemos planificar bien todos los cambios y enfocarnos en lograr que toda nuestra fuerza laboral cuente con los medios para alcanzar los objetivos”, agregó.
Los gerentes deben estar entrenados para que puedan habilitar el trabajo flexible, y es importante contar con mecanismos para evaluar de manera eficaz el desempeño de los teletrabajadores, pero, sobre todo, que la comunicación siempre sea clara para que se logre “permear esta cultura en todos los niveles y estemos atentos al sentir de nuestros colegas para realizar los ajustes que sean necesarios”, agregó el directivo.