Después de un arranque de año positivo, en el que el consumo y la contratación de crédito resistieron la inflación y las elevadas tasas de interés, hacia la segunda mitad de 2023 se prevé un debilitamiento de ambos motores económicos, ante la mayor cautela de usuarios y signos de desaceleración en la economía.
El economista en jefe de Valmex, Víctor Ceja, explicó que el primer semestre de 2023 fue sólido, con 14 meses de aumento continuo en el financiamiento; sin embargo, las señales de desaceleración son inminentes, en crédito y en consumo.
“Los datos registrados en la primera mitad del año nos van a permitir un crecimiento superior a 2% en 2023. Nuestra estimación es 2.3%; para 2024 la desaceleración será evidente”, dijo.
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“Tenemos una estimación de PIB para el año próximo de 1.4%. Es muy difícil medir el tiempo, el periodo en donde se va a ver esa desaceleración, particularmente el financiamiento y el crédito privado, pero podría ocurrir a fines de año o principios de 2024”.
En ese entorno, detalló que el impacto retardado de la política monetaria restrictiva del Banco de México, que mantiene altas tasas de interés, se verá reflejado de manera directa en el comportamiento del consumidor, tanto al contratar productos bancarios y en el consumo de bienes.
Ceja resaltó que la fortaleza actual del peso mexicano ha ayudado al consumo, particularmente en la adquisición de bienes importados.
“Lo que vemos para lo que resta del año es una desaceleración económica y vemos un menor dinamismo en el crédito. Hay que considerar que hay un rezago significativo de la restricción monetaria. Vemos lo mismo que en el financiamiento, una desaceleración del consumo privado, también ocasionado por las elevadas tasas de interés e inflación alta”, opinó.
De acuerdo con cifras del Banco de México, el crédito de la banca comercial al sector privado en mayo cerró con un saldo de 5 billones 640.6 mil millones de pesos, un crecimiento nominal anual de 11.2%.
Crédito a la baja
De acuerdo con un análisis de Intercam, los créditos empresariales registraron un incremento anual de 7.6% al quinto mes del año, el más bajo en 12 meses.
Para la firma financiera, el ritmo confirma que las empresas comienzan a tomar precauciones y buscan evitar deudas en este entorno.
“El mercado de crédito da claras señales de debilitamiento. El sector empresarial ha tomado sus precauciones y las tendencias en consumo y vivienda indican una normalización a la baja”, dijo Intercam.
En el caso del crédito al consumo, a mayo se reportó un crecimiento de 17.9% en comparación con el mes anterior, con una colocación de 15.2 mil millones de pesos, mayormente por tarjeta de crédito y nómina.
Para Intercam, si bien aún puede resistir algunos meses, productos como la tarjeta de crédito se comienzan a desacelerar y puede afectar la capacidad de pago de los usuarios.
“Si bien se ha desacelerado, la actividad de tarjetas de crédito sigue fuerte y al alza, por lo que nos sigue preocupando la estabilidad financiera de los hogares. Asimismo, notamos un crecimiento acelerado del financiamiento por medio de otros productos”, estimó.
Por su parte, Ve por Más explicó que el consumo privado seguirá debilitándose en la segunda mitad del año, ya que la inflación seguirá elevada, pese a que se ha moderado; asimismo, los costos financieros seguirán siendo restrictivos.
“La desaceleración económica local y externa seguirá afectando a algunas variables relacionadas como empleo, confianza y remesas”, explicó.
Este miércoles, el Inegi informó que el consumo privado en el mercado interno en abril de 2023 creció 2.5% respecto al mismo mes del año anterior, en un entorno donde se mantienen las expectativas de un menor dinamismo en los próximos meses.
“Prevemos que el consumo privado agote su dinamismo con más claridad en la segunda mitad del año. La inflación seguirá elevada, pese a moderarse algo más, erosionando el poder adquisitivo de los hogares. Los altos niveles de inflación también harán que las tasas de interés se mantengan elevadas, restringiendo el acceso al crédito”, dijo Ve por Más.
Banco Base explicó que el indicador mensual de consumo privado mostró un crecimiento mensual de 0.54% en abril; sin embargo, este crecimiento, junto con el de 0.29% en el mes anterior, no es suficiente para compensar la contracción de 1% que sufrió en febrero.
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