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Siete de cada 10 empresarios opinan que habría gran afectación al turismo si se confirma que el impuesto que se cobra en esa actividad no se utilizará para seguir financiando las campañas del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), de acuerdo con el reciente panel de la Universidad Anáhuac.
A la mitad de los propietarios y directivos de cadenas hoteleras, aerolíneas y agencias de viaje les parece factible la propuesta del tren Maya del futuro gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, temen que se construya con dinero recibido del derecho de no residente (DNR), tarifa que se cobra a todos los turistas extranjeros en el precio del boleto de avión, y el CPTM se quede sin recursos para promover la marca México dentro y fuera del país.
Un mes después, el presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), Pablo Azcárraga, se reunió con el futuro titular de la Secretaría de Turismo (Sectur), Miguel Torruco, y el siguiente jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, para pedir que se respeten los recursos destinados para la promoción turística y evalúen otros mecanismos para financiar el tren.
El director de la Facultad de Turismo y Gastronomía de la Universidad Anáhuac, Francisco Madrid, coincidió en que habría gran afectación al turismo si se confirma que el impuesto no se usará para financiar la promoción turística del país.
Explicó que la publicidad sólo es un factor, de varios, que han contribuido al éxito de la llamada industria sin chimeneas en México, porque también se debe a la mejor situación de la economía de Estados Unidos, el esfuerzo de empresarios, el nivel del peso frente al dólar, entre otros
No obstante, el ex subsecretario de operación turística de la Sectur reconoció que la competencia es brutal en el sector y la marca México tiene una “salud afectada por los problemas de inseguridad”, por lo que se requiere un esfuerzo más grande en promoción y publicidad.
Los líderes empresariales identifican la desaceleración del mercado turístico y ocho de cada 10 consideran que está relacionada con los problemas de inseguridad, magnificados por la alerta de viaje emitida por el gobierno de Estados Unidos en agosto del año pasado, según los cuestionarios aplicados por la Universidad Anáhuac durante la última semana de septiembre.
Cancelación de Texcoco. La cancelación del aeropuerto en Texcoco puede afectar al turismo, porque México depende mucho de la conectividad aérea, mientras que la opción de Santa Lucía supone una mayor incomodidad para los pasajeros dado que, entre otras cosas, elevará el precio de los boletos de avión y el tiempo de traslado, opinó Madrid.
“Estos días sentí mucha preocupación de los empresarios por la cancelación del aeropuerto en Texcoco”, recalcó el académico.
Desde el punto de vista turístico, Madrid consideró que el aeropuerto en Texcoco era la mejor opción por diversas razones, entre ellas, porque se buscaba que la terminal funcionara como un centro de conexión de vuelos, dado que tres de cada 10 pasajeros que llegan al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México lo hacen para tomar un vuelo hacia otro destino, lo que difícilmente se podrá hacer con Santa Lucía.
El experto destacó entre los principales riesgos para el turismo en México los problemas de inseguridad y, tras la cancelación de Texcoco, la posible menor inversión privada en el sector.