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La actual relación ingreso-gasto en las finanzas públicas y la que se espera para 2024 no asegura la estabilidad económica del país de cara al cambio de gobierno del próximo año, señaló el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su análisis económico ejecutivo semanal, dijo que los planteamientos que hizo el Ejecutivo federal al Congreso de la Unión tanto para el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2024 como para la Ley de Ingresos reflejan un deterioro fiscal y una clara dirección política hacia el periodo electoral.
El Paquete Presupuestal 2024 “no cumple adecuadamente con el propósito de asegurar la estabilidad económica durante la transición política del año próximo frente a la existencia de riesgos significativos”, dijo la institución.
Lo anterior, porque “el gasto sigue creciendo fuertemente a pesar de la debilidad de las fuentes de ingresos. Para el año próximo se estima en 9 billones de pesos, 26.2% del Producto Interno Bruto, que es superior en cuatro décimas de punto porcentual respecto al aprobado para 2023 y 1.2 puntos por arriba del estimado de cierre para este año”.
Además, el gasto es 3.1 puntos porcentuales del PIB mayor al de 2018, agregó el Centro.
Con ello, el déficit público llegará a “su nivel más alto desde que se calcula de esta forma y desde fines de los años 80”.
Para los economistas del CEESP, “el riesgo de sostenibilidad podría materializarse en el caso de que los ingresos no resulten suficientes y haya la necesidad de algunos gastos de importancia en cuanto a los servicios públicos del Estado”.
Sobre todo, porque se destinan los mayores recursos a las obras insignia y a la pensión para adultos mayores; sólo en pensiones y en el Tren Maya se concentra 61% del gasto de los programas y proyectos, destacó.