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El gobierno federal tiene en la mira a otro exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex). Juan José Suárez Coppel, quien fungió al frente de la petrolera con Felipe Calderón, será investigado por la venta de la participación de Pemex en la sociedad que tuvo durante casi 20 años con Impulsora Jalisciense, en lo que en su momento fue Mexicana de Lubricantes (MdeL).
A las irregularidades sobre la firma falsa de Salvador José Martínez Garza, dueño de Impulsora Jalisciense, que se detectó en el convenio para el finiquito de la sociedad en septiembre de 2012, documentada por EL UNIVERSAL, autoridades revisan los cheques con los que el empresario supuestamente pagó en 1993 para convertirse en socio de Pemex en la conformación de MdeL.
Esto abre aún mas la posibilidad de que Pemex recupere la empresa que ahora opera con la marca Akron.
Los documentos, en poder de esta casa editorial, del Órgano Interno de Control de Pemex (organismo dependiente de la Secretaria de la Función Pública) y que serán remitidos a la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, revelan que la compra de 49% de las acciones de MdeL (ahora Akron), hace 26 años, se hizo con cheques que salieron de la cuenta de la nueva sociedad en la que Pemex tenía participación, es decir, Pemex “se autopagó” para permitir que el empresario jalisciense se convirtiera en su socio sin que éste aportara recurso alguno propio.
Gracias a eso y durante esas dos décadas y media, Martínez Garza logró acceder a un mercado de aceites y lubricantes que en 1993 fue valuado por la empresa Inserf (Ingeniería en Servicios Financieros) como “un mercado que representa 719 millones de litros, incluyendo autoconsumo de Pemex y dirigido a la industria automotriz e industrial”.
Pemex comercializaba anualmente productos con un valor bruto cercano a 360 millones de dólares, equivalente a un ingreso neto de 225 millones, después de comisiones y descuentos y que ubicaban al negocio “entre las 40 empresas mas grandes del país”, de acuerdo con Inserf.
Además, se investiga la ruta de estos cheques, pues hay evidencias de que ese dinero no entró a las arcas de Pemex Refinación.
Se trata de cuatro cheques que suman un total de 508.4 millones de pesos que salieron de la cuenta de Mexicana de Lubricantes que más tarde se convirtió en MdeL y en la que Pemex era accionista mayoritario.
Los momentos
La información sitúa dos momentos en la sociedad de Pemex con Impulsora Jalisciense que podrían ser catalogados como actos de corrupción de funcionarios de la petrolera ligados a esos dos momentos.
El primero en 1993, cuando Pemex se autopagó para crear la sociedad con la empresa propiedad de Salvador José Martínez Garza, cuando el director de Pemex era Francisco Rojas Gutiérrez y el director de Pemex Refinación era Fernando Manzanilla Sevilla, de acuerdo con el informe de Labores de Pemex de ese año.
Y el segundo, cuando se finiquitó esa sociedad, en 2012, usando la firma falsa del empresario jalisciense para dar paso a MdeL.
Los mismos documentos que ahora son evidencia de un probable acto de corrupción pasaron por las manos del exdirector de Pemex, Juan José Suarez Coppel, puesto que fue durante su administración cuando se decidió autorizar la disolución y venta de MdeL, a pesar de las irregularidades que actualmente documentan las autoridades correspondientes.
El conocimiento de las irregularidades por parte del exdirector de Pemex fue tal que en mayo de 2011, durante su comparecencia ante la Comisión de Energía del Senado, Suárez Coppel prometió fincar responsabilidades penales, administrativas y civiles contra funcionarios omisos en su actuación o que hayan incurrido en irregularidades en la administración de esta empresa, que se convirtió en una “caja chica” de millonarias irregularidades, pero nunca cumplió.
En cambio, el funcionario sólo habló de un borrón y cuenta nueva.
En octubre de 2015, Pemex vendió su participación en MdeL por 826 millones de pesos, transmitiendo la propiedad de los títulos de las acciones representativas de su participación a Impulsora Jalisciense.
Proceso legítimo
El pasado 18 de junio, Joel Corona, director general de Akron, aseguró que el convenio para finiquitar la sociedad entre Pemex e Impulsora Jalisciense fue un proceso legítimo: “Lo hacemos con toda certeza jurídica y moral, dado que todas las acciones que se llevaron a cabo se hicieron conforme a derecho y en cumplimiento de la Ley”.
El directivo señaló que la firma de Salvador José Martínez Garza fue de puño y letra: “No entendemos de dónde sale esa idea de que la firma es falsa”.
Ante la veracidad de la firma, que consta en la escritura pública 63779, no habría ninguna posibilidad de que Akron regrese a Pemex, subrayó.
Sin embargo, Luis Fermín Cal y Mayor Rodríguez, maestro en criminalística y encargado de la prueba pericial en materia de grafoscopía de la firma de Martínez Garza, aseguró que después de las pruebas realizadas a los documentos en cuestión, se puede demostrar que “por su naturaleza gráfica, la firma no procede del puño y letra de Salvador José Martínez Garza, por lo que es producto de una falsificación por el método de simulación”.
Consultado al respecto, el especialista agregó que a partir de las características de los trazos “estos no tienen los gestos o las huellas de la persona original.
“El señor tenía impedimentos físicos motores importantes y no podía haber firmado el documento en cuestión”, dijo.
Durante la Expo Onexpo 2019, celebrado en la ciudad de Veracruz el pasado 5 de junio, se solicitó personalmente a Joel Corona su punto de vista sobre la nota publicada, en la que se documentaban las irregularidades, como la firma falsa, en el convenio de finiquito de la sociedad MdeL; sin embargo, se negó a responder.
En un desplegado publicado el pasado 17 de junio, Akron respondió a varios señalamientos contenidos en la nota de EL UNIVERSAL, en el que se denuncian irregularidades en el convenio de finiquito de la sociedad de Pemex con Impulsora Jalisciense, entre ellas que la nueva sociedad no accedió a precios preferenciales a través del contrato.
Sin embargo, en el contrato marco, clausula tercera se indica: “PREF (Pemex Refinación) se obliga a otorgar a MdeL las mejores condiciones de precio, crédito y venta vigentes que PREF tenga para cualquiera de los productos… y se obliga a vender a MdeL —ahora Akron, porque el contrato sigue vigente y vencerá hasta dentro de dos años— 4.5 millones de litros mensuales de productos petrolíferos por un periodo de 10 años (2012-2022)”.
Sobre las pérdidas millonarias para Pemex Refinación por la relación comercial con MdeL, Akron sostiene que de acuerdo con la Auditoria Superior de la Federación no existen pruebas o convicción suficiente que las acrediten.
No obstante, información de la propia empresa productiva del Estado señala que en 20 años de relación comercial, Pemex sólo obtuvo utilidades por 6 millones 392 mil pesos (ejercicios 98, 99 y 2000).
De los ejercicios 1994 a 1997 no se tienen documentadas las pérdidas.
Los ejercicios 2001 a 2011 fueron reformulados y dictaminados, pero tuvieron salvedades como el reembolso que hizo MdeL a Impulsora Jalisciense por 22.9 millones de pesos y perdidas acumuladas por 543 millones.