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Los pronósticos de recaudación tributaria para 2020 muestran que, aún con un decrecimiento de 2.9% en promedio, el gobierno federal no contempla dar facilidades a empresas en pago de impuestos, dijo el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Ello porque estima incluso que se elevará sustancialmente la recaudación a pesar de que se calcula un decrecimiento de la economía mexicana de 2.9%, que es el punto medio entre el rango de -3.9 y 0.1% que proyectó la Secretaría de Hacienda en los Precriterios Generales de Política Económica 2021.
El pronóstico de crecimiento que se marcó para 2020 se realizó “sin optimismo excesivo”, lo que puede mandar buena señal a los mercados financieros.
Sin embargo, “el gobierno confía en que la recaudación se elevará a pesar de que la crisis que se avecina que, aunque su severidad no se puede pronosticar, probablemente será de dimensiones inéditas”, expuso el CEESP.
Ello “sugiere” que la autoridad mexicana no contempla dar facilidades a las empresas, en lo que se refiere al pago de impuestos, como medida para permitirles conservar su planta laboral o evitar el cierre ante los nulos ingresos por la suspensión de actividades por la emergencia sanitaria del Covid-19.
El CEESP informó que en este contexto la mayoría de “las economías tendrán que recurrir a endeudamiento adicional para enfrentar la grave crisis sanitaria y sus efectos sobre la economía”.
Sin embargo, es necesario que esos aumentos moderados de la deuda pública tengan un plan sólido y congruente para manejarse, ya que así no serán penalizados por los mercados.
Para el CEESP “la autoridad debe buscar pragmatismo en las medidas que pondrá en marcha para enfrentar esta crisis sanitaria y sus consecuencias económicas. Buscando sí velar por la población más desprotegida, pero también cuidando la salud de las empresas”.
