El parón en la reducción de la pobreza laboral entre julio y septiembre, en medio de niveles de inflación no vistos en 20 años, puede traducirse en que más personas tengan un ingreso insuficiente para costear la canasta alimentaria, advirtió Guillermo Cejudo, investigador académico del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
“El último dato de inflación es el más preocupante de la coyuntura, porque se come las ganancias de los aumentos en los ingresos a raíz de la recuperación económica, sobre todo de personas en pobreza, donde pequeñas variaciones en los precios de los productos limitan su acceso a los componentes básicos de la canasta alimentaria”, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL.
En la primera quincena de noviembre la inflación superó 7% a tasa anual, el dato más alto desde la segunda mitad de julio de 2001, y la perspectiva es que siga arriba de 6% hasta los primeros tres meses de 2022, según datos del Banco de México.
“Para ponerlo en términos simples: aunque la gente gane más por su trabajo, ese incremento no alcanza a compensar el aumento en los precios de la canasta básica y, por tanto, se mantiene en pobreza laboral”, explicó el investigador.
En el tercer trimestre del año fueron particularmente afectados los trabajadores que están en la informalidad, pues ganan menos, agregó.
De julio a septiembre pasados, los mexicanos ocupados en situación formal reportaron un ingreso de 9 mil 211 pesos al mes, mientras que para quienes están en la informalidad fue de 4 mil 405 pesos. Del segundo al tercer trimestre de 2021 el ingreso laboral promedio de la población ocupada formalmente mostró un aumento de 0.4%, mientras que el de la población ocupada en situación de informalidad cayó 0.8%.
Por estados, 21 entidades del país vieron incrementos en el porcentaje de población en pobreza laboral en el tercer trimestre, como Veracruz y Sinaloa, con un repunte de más de seis puntos porcentuales. En el otro extremo figuran la Ciudad de México, Baja California y Quintana Roo, donde se redujo.
“En estos casos, tuvieron las mayores afectaciones durante los primeros meses de la pandemia, con la pérdida de empleos y disminución salarios en actividades como turismo o de servicios a los cuales mayormente se dedican, entonces ahí la recuperación parece estar regresando de ese punto bajo, con un fuerte rebote que permite reducciones importantes en la pobreza”, detalló.
Además de contener la inflación, un factor muy importante para que la pobreza laboral se reduzca y regrese a los niveles que había antes de la pandemia es la capacidad de generar nuevos empleos, consideró Cejudo.
“Aunque la pandemia haya detenido a la economía, la demografía no se detuvo, sigue habiendo cada mes miles de jóvenes que cumplen 18 años y que buscan incorporarse al mercado laboral”, afirmó.
“Para que eso se empiece a reflejar en mejores condiciones, tiene que haber empleos y salarios no sólo equivalentes a los que había hace año y medio, sino más, porque ya hay más personas en la economía”.
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