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DOHA.— El mundo vive una polarización y parece enfrentar diversas visiones: la globalización contra el nacionalismo, y el proteccionismo contra la apertura, asegura la presidenta de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), María Fernanda Espinosa Garcés.

“Estamos viendo una polarización en la narrativa de los discursos sobre si estás a favor de la globalización, del multilateralismo, de un orden internacional basado en reglas o, estás a favor del unilateralismo y nacionalismo, como si fueran dos mundos separados”, explica en entrevista con EL UNIVERSAL.

El reto está en lograr que la ONU sea más relevante, sobre todo ahora que se enfrenta un mundo en el que hay “disensos”, y se está lejos del escenario ideal de que por consenso se acepte el multilateralismo.

La búsqueda de la soberanía y del interés nacional no está contra un modelo internacional basado en reglas, “ambas cosas son absolutamente complementarias, no se puede tener lo uno sin lo otro porque vivimos en un mundo interconectado en el que necesitamos los unos de los otros”.

Para Espinosa Garcés es momento de volver a leer la carta constitutiva de la ONU, porque si bien se redactó hace más de 70 años, los principios son los mismos: tener sociedades pacíficas, más igualitarias, con desarrollo sostenible e incluyente y respeto a los derechos humanos.

“Sobre esos principios tenemos que comprometernos”, afirma la funcionaria de la ONU, quien participó en la capital de Qatar en el Foro Doha 2018, “Trazando la política en un mundo interconectado”.

Afirma que ante la oposición de ciertos actores mundiales se necesita trabajar en convencer, disuadir y explicar los beneficios del multilateralismo, porque se requiere más integración y no menos.

“Lo que sí ha fallado es que la globalización ha tenido ganadores y perdedores, las grandes economías y potencias y, las poblaciones vulnerables que han sufrido de pobreza, discriminación y que no han visto los frutos de la globalización”, añade.

Esfuerzos pedagógicos. Agrega que “en esa frustración ese ánimo nacionalista, xenófobo, hay surgimiento del racismo y puede entenderse, al pensarse que los migrantes pueden quitarme el trabajo”. Pero se requiere un trabajo pedagógico, con niños y adultos para entender la complejidad de los retos actuales.

La ecuatoriana expone que el tema de la migración es preocupante, y por ello hay que regularla y ordenarla. Explica que durante 2017 se registraron desplazamientos forzosos cada dos segundos, lo que resulta en tener 258 millones de migrantes que dejaron sus países porque se sintieron amenazados.

“Hay que mirar las causas estructurales de la migración, nadie deja su país y se va por que quiere”, por ello es un avance el acuerdo de los gobiernos de México, El Salvador y Honduras para atacar las causas, se ve que “hay respuesta del gobierno mexicano de generar mecanismos”.

Espinosa Garcés dice que estamos ante un mundo cambiante, cuyos principales problemas se pueden dividir en amenaza existencial al cambio climático, porque faltan dos años para alcanzar un “aumento crítico” de la temperatura en 1.5 grados; por lo que se debe trabajar más por asegurar la participación de las mujeres en la sociedad, debido a que son la mitad de la población mundial.

Además, se debe terminar con la inseguridad y conflictos, enfrentar las causas estructurales como pobreza y la desigualdad, porque son el antídoto para la seguridad y la paz.

La presidente de la Asamblea General de la ONU afirma que para enfrentar la visión proteccionista y nacionalista contra la apertura y el multilateralismo, se tiene que lograr que el organismo sea más relevante y que logre convencer de la importancia que tiene rescatar sus principios fundamentales.

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