En el Paquete Económico para el Ejercicio Fiscal 2022 se propone modificar la Ley Federal del Impuesto sobre Automóviles Nuevos para que los autos blindados paguen el impuesto sobre autos nuevos (ISAN), tomando en cuenta el valor de los materiales que se utilizan para blindar los vehículos.

Actualmente, la base que se considera para el cálculo del ISAN en el caso de los autos blindados es el precio de enajenación al comprador, sin incluir el valor del material utilizado para el blindaje, dando como consecuencia directa una disminución del impuesto a cargo.

Para el Ejecutivo Federal este tratamiento especial en la Ley Federal del Impuesto sobre Automóviles Nuevos implica que los contribuyentes de mayores ingresos tengan un trato diferenciado “sin justificación suficiente” para soportarse a la luz de la nueva política fiscal , que promueve tratos equitativos para el grueso de la población.

Actualmente, para calcular el impuesto a pagar por los vehículos blindados se indica que el impuesto será menor al que tendría que pagarse por la versión de mayor precio de un automóvil sin blindaje del mismo modelo y año.

Y cuando no existe un vehículo sin blindar que corresponda al mismo modelo, año y versión del automóvil blindado, el impuesto se determinará aplicando al valor total del vehículo la tarifa establecida multiplicando el resultado por el factor de 0.80.

Por lo tanto, el Ejecutivo Federal propone reformar estos cálculos para que se tome en cuenta como parte del valor del vehículo los materiales que se usan para blindarlo.

Asimismo, se propone una disposición transitoria que mantenga para 2022 la actualización de las cantidades previstas en la fracción II del Artículo 8° de la Ley Federal del Impuesto sobre Automóviles Nuevos.

Lo anterior debido a que un sistema tributario que fomenta la progresividad, se caracteriza por tener procedimientos que, al determinar los impuestos a cargo de los contribuyentes, reconozcan su verdadera capacidad contributiva, es decir, la carga tributaria es soportada en mayor medida por aquellos que poseen mayores recursos.

“Los vehículos blindados son bienes que no son adquiridos por la generalidad de los mexicanos, sino únicamente por un pequeño grupo con características económicas muy particulares”, indica la iniciativa.

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