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Tras el éxito que reporta año con año su exportación, sobre todo para consumirse en Estados Unidos durante el Super Bowl de la NFL, es importante resguardar la producción de ese fruto en el país, considera el investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Benjamín Revuelta.
Se debe pensar en medidas como establecer un impuesto para preservar al aguacate, cuidando el medio ambiente y para que siga siendo uno de los principales productos de exportación, dijo.
En entrevista con EL UNIVERSAL, consideró que no será suficiente la certificación sobre prácticas laborales y de derechos humanos sin tomar en cuenta el aspecto del cambio climático.
“Hay acciones valiosas, pero no serán suficientes para resarcir el daño ocasionado”, advirtió.
Por eso, propuso aplicar un impuesto verde, pero no como un mecanismo recaudatorio sino para remediar el perjuicio ambiental. Con ello se incentivarán las buenas prácticas en la siembra y producción del aguacate, aseguró.
Los recursos que se obtengan servirían para integrar un fondo, agregó Revuelta, con el que los productores estarían también participando con dinero para ayudar a mantener el entorno y darle más valor al aguacate.
Afirmó que esta iniciativa es viable, ya que los productores pueden financiar incluso campañas publicitarias que se transmiten durante el Super Bowl, considerando el mayor consumo del fruto que se registra ese día en Estados Unidos, sobre todo al prepararlo en guacamole.
De no hacer nada en esta materia, recordó que hay sanciones como parte de las normas ambientales del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y del derecho humano por proteger la naturaleza, como lo estableció la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Si no se aprueba un impuesto, quedaría la propuesta de integrar un fondo de remediación en el que cooperen los productores.
Certificación mundial
Por su exportación, el aguacate genera divisas por más de 2 mil 750 millones de dólares cada temporada, de los cuales Michoacán tiene una participación de 80%, subrayó.
Es una industria muy importante en términos económicos y sociales porque hay cerca de 30 mil productores, detalló, y genera 78 mil empleos directos y más de 300 mil indirectos, sólo en lo que se refiere a su exportación, destacó el investigador.
Lo anterior ha significado un constante crecimiento de la superficie sembrada tan sólo en territorio michoacano, y de ahí los problemas por el impacto ambiental, expuso.
La desforestación se ha dado de manera indiscriminada: cerca de 30 mil hectáreas al menos desvastadas cada año lo que trae impactos en la biodiversidad y recarga de mantos acuíferos”, explicó.
“Se están generando desequilibrios que hacen necesario retomar o poner en la mesa un mecanismo de sostenibilidad”, apuntó.
Hay que garantizar que la producción del aguacate tenga un parámetro ambiental, lo que el investigador llama “certificación ambiental”, que tendría que ser emitida por una empresa de clase mundial para establecer los parámetros y los criterios ambientales, señaló Revuelta.