La inflación en México no deja de aumentar: superó las expectativas de especialistas y llegó a 8.76% anual en la primera quincena de este mes, problema ante el cual el gobierno busca redoblar acciones para enfrentarlo.
Este miércoles, el presidente Andrés Manuel López Obrador se reunió con empresarios con el fin de buscar acuerdos que derivarán en el anuncio de nuevas medidas contra el alza de precios. Estos esfuerzos se sumarán al Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic), anunciado el pasado 4 de mayo.
Sin tomar en cuenta la contención de los precios de las gasolinas y otros productos, las acciones contempladas en el Pacic, como la reducción de aranceles, así como atender el mayor costo de fertilizantes, son adecuadas, pero a mediano plazo, estimó Luis Adrián Muñiz, subdirector de análisis económico de Vector Casa de Bolsa.
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En su opinión, no hay un programa de gobierno con un impacto significativo a corto plazo en la inflación sin que se distorsione el mercado y, por tanto, con un costo importante después.
“Los acuerdos que puede llegar a tener el gobierno con las empresas tienen un alcance limitado si contemplan que no suba el precio de algunas variantes de productos muy específicos, como puede ser el pan blanco grande de Bimbo, pero el precio de todas las demás variedades sí está subiendo”, explicó el especialista.
Afirmó que esos pactos tienen corto alcance, y en realidad el gobierno debería pensar en medidas de largo plazo y dejar que pase la coyuntura inflacionaria.
“Si bien no es bueno controlar precios, tampoco es buena la idea de echarle leña al fuego subiendo el salario mínimo otro 20%, como se espera que suceda al inicio del próximo año”, agregó Muñiz.
“Más que contener los precios, que es una labor muy complicada y que además puede hacer alteraciones a la dinámica del mercado, en este contexto inflacionario debería haber acciones de política social”, destacó Eduardo González, investigador de México, ¿cómo vamos?
Ahora que está en discusión el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2023, el especialista recomendó que sería conveniente estructurar un programa desde la política social que busque reducir la pérdida del poder adquisitivo de los hogares de menores ingresos.
Adicionalmente, dijo que hay medidas para impulsar la competencia económica en diversos mercados, con enfoques diferenciados de manera regional, para atender las problemáticas específicas que existen en las distintas zonas del país.
Por ejemplo, en Michoacán, Oaxaca, Campeche y Chiapas se observa consistentemente una mayor inflación, que en la primera quincena de septiembre alcanzó niveles a tasa anual de 9.9% a 10.4%, cifras superiores a las observadas en el centro del país, como en Querétaro, Ciudad de México y Estado de México, donde el alza de precios se encuentra entre 7.2 y 7.7%.
Existe esta falla sistemática en los mercados donde es necesario articular medidas de regulación de organismos autónomos como la Cofece, que tienen como finalidad promover la competencia de los mercados, así como una política más integral, una política económica que promueva la inversión para que haya una mayor presencia de empresas oferentes de productos y servicios, advirtió González.
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Respecto a cuáles son los aspectos más preocupantes de la inflación en estos momentos, Muñiz, de Vector Casa de Bolsa, destacó que es la inflación subyacente, es decir, los bienes y servicios cuyos precios son menos variables, pues sigue una tendencia al alza y acelerándose.
Para González, lo más preocupante es el incremento en el precio de los alimentos, por las implicaciones que tiene en el bienestar de las familias.
En la primera quincena de septiembre, el alza de precios en alimentos y bebidas contribuyó en cuatro puntos porcentuales a la inflación general, y tuvo una variación anual de 14.5%.
