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El país debe blindar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para que no haya posibilidades de renegociarlo, dijo el exsubsecretario de Comercio Exterior, Francisco de Rosenzweig.
A pesar de que se aprobó el T-MEC, hay que estar conscientes de que México será parte de la campaña política por la elección a la presidencia de Estados Unidos, expuso a EL UNIVERSAL el ahora socio del despacho White & Case.
Recomendó “blindar” el T-MEC para que no se busque una renegociación de los textos, pero también se tiene que presionar para lograr que en Estados Unidos y en Canadá se apruebe el tratado antes de que termine el verano.
Si se lleva la ratificación del T-MEC para después del verano la posibilidad de lograrlo “será menor” en esos dos países socios.
“Habrá que tener prudencia y templanza para administrar los tiempos en beneficio del interés de México”, dijo De Rosenzweig.
Añadió que es evidente que esta precampaña de Donald Trump provocará que se use a México para resolver problemas unilaterales.
“Está en el mejor interés de México, Estados Unidos y Canadá que [el T-MEC] entre en vigor, es un tema de tiempo, tengo la confianza en que se va a aprobar, pero tenemos que cuidar que no haya una posibilidad de renegociación del tratado”, afirmó.
Ante este panorama, el exfuncionario expuso que uno de los retos de México es cuidar que no se presione al gobierno federal para que se vuelva a renegociar el T-MEC.
Jitomate y azúcar. De Rosenzweig se refirió a asuntos pendientes que tienen los gobiernos mexicano y estadounidense, particularmente el cobro de cuotas compensatorias al jitomate de México y la próxima renegociación del acuerdo que evita que también al azúcar del país se le imponga una cuota.
Explicó que en el caso del jitomate una opción es que se lleve a cabo la investigación por parte de la autoridad estadounidense para demostrar que ya no tiene justificación para cobrar la cuota.
Sobre el acuerdo azucarero que se renegociará a fines de 2019, al concluirse el periodo de cinco años por el cual se pactó, expuso que lo importante es ajustar un convenio “lo más expedito posible, con el propósito de evitar que se politice una negociación muy compleja”.
La renegociación no puede postergarse mucho tiempo, sino renovarse lo más rápida posible, para evitar que suceda lo mismo que pasó con el jitomate.
Expuso que siempre existe “el riesgo de que se contaminen políticamente [estos temas]”.