En un entorno en el que las autoridades deben mantener un marco macroeconómico sólido, la banca debe intensificar la inclusión financiera llevando el Cobro Digital (CoDi) a 40 millones de mexicanos, dijo el gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León.
“Ahora el reto es que la banca oriente sus esfuerzos a un mayor uso de las redes de pago que ofrecen los mayores beneficios para sus usuarios, y que también pueden tener un impacto decisivo en la inclusión financiera, y llegar a más de 40 millones de mexicanos que tienen teléfono inteligente y no tienen servicios bancarios”, estableció.
Durante su participación en la inauguración de la 84 Convención Bancaria, mencionó que si bien esta red de pagos es una realidad, pues a la fecha existen más de 8 millones de cuentas validadas, hace falta redoblar esfuerzos.
Díaz de León recordó que esta aplicación tecnológica para pagos digitales usa la infraestructura del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI).
“CoDi permite a cualquiera con un teléfono inteligente y una cuenta bancaria realizar pagos electrónicos, las 24 horas del día, de manera gratuita y con los más altos estándares de seguridad”, destacó.
En el Club de Banqueros de la Ciudad de México, en una ceremonia semipresencial, ponderó que la tecnología ha permitido que, a pesar de la pandemia, muchas personas sigan realizando operaciones de manera remota, eficiente y segura.
Sin embargo, reconoció que quien no dispone de dichos medios remotos ha enfrentado restricciones importantes en
sus actividades.
Por ello, el acceso a servicios financieros por medios digitales se ha convertido en imperativo de política pública para todas las autoridades financieras.
Enfatizó que estos sistemas de pago han sido una herramienta clave para mitigar los efectos de la pandemia y evitar una paralización mayor en muchas actividades. Además, fueron útiles en transacciones de pequeñas y medianas empresas, así como de los hogares.
Sobre el contexto actual, Díaz de León señaló que frente a una contracción muy significativa, el reto adicional de un ajuste cambiario y dificultades para retener capitales, es indispensable tener un marco macroeconómico sólido, que propicie un cambio de la economía con estabilidad de precios y fortaleza en el sistema financiero.
Además, uno de los mayores desafíos para la conducción de la política monetaria es asimilar el importante cambio en precios relativos, sin que éste afecte el proceso de formación de precios y las expectativas de inflación.
No dejó de mencionar que en febrero de 2021 la inflación general creció 3.76% y la subyacente 3.87%, destacando el aumento en la variación anual de
los precios de las mercancías de 5.54%.