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Ante el incremento de tensiones comerciales y el hecho de que la economía mundial alcanzó su máximo nivel, la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés), consideró que el mundo crecerá 3% en 2019 y 2020, mientras que México, Estados Unidos y Centroamérica se desacelerarán.
Para México estiman una expansión de 2.3% en 2019 y 2% en 2020, proyección en la que consideraron una menor incertidumbre con la firma del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá.
Para la economía estadounidense anticipan un avance de 2.8% en 2018; de 2.5% este año, y 2% el próximo.
La economía china también se desacelerará, luego de una tasa de 6.6% en 2018 bajará a 6.3% en 2019 y llegará a 6.2% en 2020. Mientras que la Unión Europea se mantendrá en 2% en esos mismos tres años.
En el reporte Situación y Prospectivas Económicas Mundiales 2019, la Unctad afirmó que la baja de la economía mundial de 3.1% de 2018 a 3% en este año se dará en medio de un incremento de disputas comerciales, de riesgos por el estrés financiero, la volatilidad, así como por las tensiones geopolíticas.
Consideró que hay “un incremento de signos que indican que el crecimiento mundial llegó a su punto más alto” y advirtió que las tensiones geopolíticas y las disputas comerciales amenazan el crecimiento, así como los ajustes a la política monetaria, los choques que sufren los precios de las materias primas y los niveles de deuda, principalmente.
De seguir las tensiones y una espiral de aranceles por parte de las grandes economías, se pondría en riesgo considerable las perspectivas del comercio mundial e incluso el impacto puede darse en una baja de las inversiones, altos precios para el consumidor y una disminución de la confianza empresarial, expuso.
Un agravamiento de las tensiones comerciales puede crear también una “severa disrupción de las cadenas globales de valor particularmente para los exportadores en las economías del este asiático”.
Además, se afectará a los proveedores de América Latina si se desacelera la economía estadounidense, porque habrá menos demanda de materia prima, además de los daños que ocasionaría a diversas industrias por incrementos de precios y estrechamiento de las condiciones de préstamos, entre otros factores.
Para la Unctad, “la economía mundial perdió el momento, apesar de que las medidas de estímulo y los subsidios directos han compensado hasta ahora de los impactos negativos indirectos en China y en Estados Unidos”.